Alimentación saludable, ¿qué es?

De los diez factores más perjudiciales para la salud, seis están relacionados de forma directa con la alimentación
Por Julio Basulto, Laura Caorsi 7 de junio de 2012
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Imagen: Dinner Series

La alimentación saludable está en boca de todos, aunque solo sea en forma de palabras y no tengamos muy claro qué es. A día de hoy, nadie duda de que “comer sano” o “alimentarse bien” es clave para mantener la salud. Hay estudios que lo respaldan. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los diez riesgos que más perjudican a la salud, seis están relacionados de forma directa con la alimentación, y causan el 40% de los fallecimientos. Ante los datos, parece obvio que comer bien es la base para estar sanos. Ante los platos, sin embargo, no siempre tomamos buenas decisiones: cuando llega la hora de escoger los alimentos, prepararlos y degustarlos, nos alejamos de una dieta saludable, a veces por capricho y, otras, por desconocimiento. Para dar solución a esto último, el siguiente artículo pone sobre la mesa qué es la alimentación saludable, cuáles son sus características y qué diferencia hay entre una dieta variada y una dieta equilibrada.

En busca de una definición consensuada

El GREP-AEDN, un grupo de expertos en nutrición que se formó en 2005 en el seno de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, acaba de llegar a un consenso acerca del concepto «alimentación saludable«. Se trata de un paso significativo para la mejora de la salud pública si se tiene en cuenta que, en opinión de la OMS, mejorar la nutrición podría ser el factor aislado más importante para reducir las enfermedades en Europa. En esta línea, el objetivo del GREP-AEDN ha sido «promocionar la salud pública mediante una propuesta que refleje las evidencias científicas disponibles sobre la relación entre alimentación y salud».

Dieciséis dietistas-nutricionistas procedentes de los muy diferentes ámbitos en los que estos profesionales sanitarios desarrollan sus competencias, han participado en la elaboración de la definición consensuada de la «alimentación saludable». Como justificación señalan que, aunque existen múltiples definiciones sobre este concepto, estas son, en ocasiones, controvertidas.

Una alimentación saludable es, para el GREP-AEDN, aquella que permite alcanzar y mantener un funcionamiento óptimo del organismo, conservar o restablecer la salud, disminuir el riesgo de padecer enfermedades, asegurar la reproducción, la gestación y la lactancia, y que promueve un crecimiento y desarrollo óptimos. Debe ser satisfactoria, suficiente, completa, equilibrada, armónica, segura, adaptada, sostenible y asequible.

Características principales de la alimentación saludable

La definición de «alimentación saludable» incorpora diversos conceptos -como armonía, equilibrio o sostenibilidad- que pueden generar dudas y sirve para niños, adolescentes y adultos. Por ello, el GREP-AEDN los ha detallado uno a uno, para evitar ambigüedades. De este modo, para que nuestra alimentación se considere saludable, debe ser:

  • Satisfactoria: agradable y placentera para los sentidos.
  • Suficiente: que cubra las necesidades de energía, en función de las necesidades de las diferentes etapas o circunstancias de la vida.
  • Completa: que contenga todos los nutrientes que necesita el organismo y en cantidades adecuadas.
  • Equilibrada: con una mayor presencia de una amplia variedad de alimentos frescos y, sobre todo, de origen vegetal, y con una escasa o nula presencia tanto de bebidas alcohólicas como de alimentos con baja calidad nutricional.
  • Armónica: con un equilibrio proporcional de los macronutrientes que la integran.
  • Segura: sin dosis de contaminantes biológicos o químicos que superen los límites de seguridad establecidos por las autoridades competentes, o exenta de tóxicos o contaminantes físicos, químicos o biológicos que puedan resultar nocivos para individuos sensibles.
  • Adaptada: que se adapte a las características individuales (situación fisiológica y/o fisiopatológica), sociales, culturales y del entorno del individuo.
  • Sostenible: que su contribución al cambio climático sea la menor posible y que priorice los productos autóctonos.
  • Asequible: que permita la interacción social y la convivencia y que sea viable desde el punto de vista económico para el individuo.

¿Dieta variada o equilibrada?

En el año 2006, la Comisión Europea publicó un Eurobarómetro denominado ‘Salud y alimentos’. En él preguntó a una muestra representativa de la población europea qué creía que definía a una alimentación saludable. La mayoría respondió «seguir una dieta equilibrada», pero también «consumir una variedad de diferentes alimentos».

Tan solo un año después, se publicó el libro ‘Nutrición en Salud Pública‘, en el que el doctor Miguel Ángel Royo detalló dos cuestiones:

  1. Por una parte, que pese a que la variedad dietética puede mejorar el perfil nutricional de la alimentación, también puede modificar el umbral de saciedad y, por tanto, incrementar la cantidad de alimentos ingeridos.
  2. Por otra parte, que en poblaciones con un patrón dietético de carácter occidental, una mayor variedad de la dieta se asocia a un mayor consumo de alimentos muy procesados y con alta densidad energética.

Como ello puede influir en el desarrollo y mantenimiento de la obesidad, este experto en salud pública y nutrición señaló que «parece razonable redirigir la recomendación de consumir una dieta variada hacia aquellos alimentos considerados saludables, tales como cereales (sobre todo integrales), frutas y verduras». Tal como se detalló en este artículo de Eroski Consumer, conviene desconfiar del concepto «dieta variada» o «comer de todo» en el contexto actual, en el que existe una gran oferta de alimentos no saludables con «enemigos invisibles«. De hecho, estudios publicados en 2001, 2003, 2006 y 2011 han señalado que cuanto mayor es la variedad dietética, mayor es el riesgo de sufrir obesidad.

Así, si bien el GREP-AEDN ha incorporado el equilibrio de la dieta como un aspecto importante a tener en cuenta en toda dieta sana, no ha incorporado la palabra «variedad» en su definición sino que la ha incluido dentro del concepto «dieta equilibrada». Como se ha detallado antes, una dieta equilibrada es para este grupo de dietistas-nutricionistas, aquella que cuenta con una mayor presencia de una amplia variedad de alimentos frescos y, sobre todo, de origen vegetal, y con una escasa o nula presencia tanto de bebidas alcohólicas como de alimentos con baja calidad nutricional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye la «variedad» para definir a una dieta sana de una manera similar a la expresada por el GREP-AEDN: «siga una dieta nutritiva basada en una variedad de alimentos de origen sobre todo vegetal, en lugar de animal».

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