El 60% de las mujeres españolas bebe menos de dos litros de líquido al día

Esta cantidad resulta insuficiente para mantener un nivel correcto de hidratación
Por EROSKI Consumer 18 de marzo de 2011

Un 60% de las mujeres españolas bebe menos de dos litros de líquido al día, una cantidad insuficiente para estar bien hidratadas ya que, como término medio, necesitan 2,7 litros al día, de los cuales 2,2 deben proceder de bebidas. El dato se desprende de un estudio del Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), que reconoce que la cantidad de líquido que se debe beber a lo largo del día varía en función del sexo, la edad, la actividad física o las condiciones de temperatura o humedad.

El trabajo muestra que, aunque las mujeres necesitan menos líquido que los hombres para estar hidratadas (2,2 litros frente a tres) y «están más concienciadas», en la práctica «beben menos que ellos», ya que solo el 40% de los hombres está insuficientemente hidratado. El OHS recuerda también que en determinadas etapas de la vida de la mujer se debe prestar una especial atención a su hidratación, como el embarazo y la lactancia, cuando se registran numerosos cambios en el cuerpo y se modifican las necesidades nutricionales e hídricas.

Además, las mujeres mayores deben ingerir líquido aunque no tengan sed con el fin de evitar la deshidratación ya que con la edad se tiende a beber menos como consecuencia del deterioro del mecanismo de regulación térmica, la pérdida de la sensación de sed y otras circunstancias específicas de esta etapa.

Este observatorio indica que la falta de hidratación puede generar alteraciones para la salud, ya que tiene consecuencias como el cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, calambres musculares, nauseas, aumento del ritmo cardiaco o el empeoramiento tanto de la hipotensión como de la hipertensión, además de agravar algunas enfermedades. En situaciones que requieren un esfuerzo mental intenso, como en el trabajo o mientras se estudia, no hidratarse correctamente reduce el rendimiento mental y empeora algunas facultades como la memoria a corto plazo, la capacidad de concentración o las habilidades matemáticas.

También con la calefacción, al realizar actividades domésticas o al ir de compras, se incrementa el riesgo de deshidratación porque las pérdidas hídricas son mayores. Por ejemplo, en una tarde de compras se pueden llegar a perder hasta 0,6 litros, ya que las aglomeraciones de gente, la calefacción de las tiendas y las largas distancias son factores que favorecen este proceso. Para evitar esto, además de incluir en la dieta alimentos ricos en agua, recomiendan variar el tipo de bebidas que se toman a lo largo del día, ya que además del agua, las infusiones, los refrescos, los zumos o los lácteos ayudan a beber lo necesario.

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