El Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha tres campañas de inspección para controlar los vehículos que trasportan la comida a los colegios, los alimentos que se sirven en los comedores, así como el material escolar que se utiliza en los centros de educación del municipio, con el objetivo de proteger la salud y la seguridad de los escolares madrileños.
Pedro Calvo, concejal de Seguridad y Servicios, explicó hoy en rueda de prensa que los inspectores municipales realizarán controles de higiene y seguridad alimentaria en los comedores de los colegios, guarderías y centros de educación especial, y revisarán las condiciones técnicas y de salubridad de los vehículos especiales de transporte de comidas precocinadas que los abastecen.
En los comedores, los inspectores centrarán su actividad en la revisión de sus instalaciones y de los equipos empleados en el proceso y elaboración de los platos, así como en el estado sanitario, formación y manipulación de los operarios, señaló Calvo.
Desde la Administración local se promoverá la implantación de sistemas de autocontrol, basados en el Sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico que permite identificar riesgos específicos y establecer medidas preventivas para su control, con el fin de certificar la inocuidad de los alimentos. Al respecto de esto, Calvo aseguró que la correcta aplicación de este sistema garantiza la eliminación de los riesgos mediante la anticipación, en lugar de un análisis del producto final.
En cuanto a los vehículos que portan las comidas preparadas a los centros de educación, el edil comentó que se realizarán inspecciones en las que se comprobarán sus condiciones técnicas e higiénicas, prestando especial atención a los controles de las temperaturas a las que se someten los alimentos, así como a la documentación y sistemas de identificación preceptivas que deben cumplir estos medios de transporte.
Campaña de control
Asimismo, el Ayuntamiento desarrollará una campaña de control del material escolar con la intención de garantizar la salud y seguridad de los alumnos, y para ello se comprobará que los productos no incorporan sustancias nocivas en su composición y que su uso corresponde a la edad que se destina.
En este sentido, el concejal indicó que se verificará que la información de los embalajes, envases y etiquetas, y la publicidad que del material se hace en los puntos de venta, sea veraz, completa y no induzca a error. También se comprobará que las normas de uso de estos artículos se expresan correctamente y que se advierte sobre los riesgos que puede entrañar para la salud una utilización indebida.
