La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha alertado a los países Occidentales del peligro de la dependencia de alimentos importados de Oriente. En su opinión, esta dependencia puede ser una amenaza para la seguridad alimentaria, especialmente de frutas y verduras, cuyo principal mercado exterior es la Unión Europea.
La FAO insta a los países de Oriente, como Argelia, Líbano, Marruecos y la República Islámica de Irán, a desarrollar y reforzar su capacidad institucional para cumplir con las normas internacionales en materia de inocuidad y calidad de los alimentos. También les sugiere que eliminen los obstáculos de procedimiento e institucionales al comercio regional agrícola y de alimentos, y que mejoren la eficiencia, la eficacia y la transparencia aumentando las medidas de facilitación al comercio y mejorando el control normativo y de calidad.
Asimismo, ha solicitado a estos países que garanticen las políticas en materia de alimentos, de comercio agrícola y de comercio en general, con el objetivo de fomentar la seguridad alimentaria mediante un sistema de comercio agrícola equitativo y orientado al mercado.
Por su parte, la FAO se compromete a seguir facilitando ayuda técnica para el establecimiento de una Red Regional de Políticas Agrícolas para el Cercano Oriente y el Norte de África y a reforzar la capacidad nacional en el ámbito del análisis de la política agrícola relativa a los requisitos del comercio internacional y de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Por último, les pide que refuercen su actividad adaptándose a las exigencias del Codex Alimentarius y de los acuerdos de la OMC sobre las medidas sanitarias y fitosanitarias, así como sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el comercio de alimentos.