Salir a comer con los más pequeños

Acudir a un restaurante puede ser una buena oportunidad para que los niños coman platos más saludables
Por EROSKI Consumer 15 de abril de 2007

Salir a comer fuera de casa, además de suponer un modo de celebración y disfrute, puede constituir una buena ocasión para animar a los más pequeños a que prueben alimentos que en casa normalmente rechazan, y así conseguir que su dieta sea cada vez más variada y, por lo tanto, más equilibrada.

Comer fuera puede suponer un conflicto para familias en las que alguno de los niños presente problemas para comer. Por lo general, éstos tienden a dejar de lado alimentos tan sanos y nutritivos como las hortalizas y las verduras, las frutas y los pescados, y acostumbran a decantarse por la pasta, los dulces y los filetes, más aun si éstos están rebozados, rellenos de jamón y queso o acompañados de una abundante guarnición de patatas fritas.

Resulta útil que al comer fuera de casa el niño pueda probar alimentos que normalmente no come, cocinados de formas diferentes y originales, para que se vaya acostumbrando a diferentes sabores, de manera que en casa no haya problemas a la hora de sentarse a la mesa. Es importante no ceder a sus caprichos y acostumbrarle a que vaya probando la mayor diversidad posible de alimentos.

Originales verduras

En un restaurante, los niños prefieren optar por un buen plato de pasta o arroz, ya que suelen asociar las ensaladas a platos verdes y sin sabor. Esto puede deberse a que cada vez se tiene menos tiempo para dedicar a la cocina, por lo que en ocasiones se descuida la presentación de los platos, un factor importante para abrir el apetito, sobre todo en el caso de los niños.

En los restaurantes, sin embargo, existe la posibilidad de elegir ensaladas más elaboradas, que poseen un mayor número de ingredientes y cuyo color puede despertar el interés de los niños. Por ejemplo, las ensaladas con pasta de colores, con arroz, con palitos de pescado, remolacha, maíz o tomatitos cherry pueden convertir una ensalada en un plato muy apetecible para ellos.

Fuera de casa el niño puede probar alimentos que normalmente no come, cocinados de formas diferentes y originales, para acostumbrarse a nuevos sabores

Algo similar puede hacerse con los platos de verdura, que en casa normalmente se preparan cocidas con patata. Rara vez los niños incluyen este tipo de platos dentro de sus alimentos favoritos, pero esta idea puede comenzar a cambiar si existe la posibilidad de probar un plato de berenjenas rellenas, verduras y hortalizas en brochetas, salteadas, en papillote o con diferentes salsas.

El problemático pescado

Una comida o cena fuera de casa es un buen momento para que los pequeños se animen a probar pescado con diferentes salsas, en pudin o en empanada, y así puedan comprobar lo agradable que es su sabor. Seguramente ellos tenderán a elegir un plato de carne, pero es posible que se decidan a pedir pescado si ven que sus padres lo hacen. Además, los restaurantes ofrecen gran variedad de platos que, por lo general, no se elaboran en casa y que pueden ser un buen modo para que el niño vaya aceptando el pescado. Por ejemplo, los huevos rellenos de atún, los pimientos rellenos de bacalao o las croquetas de pescado y marisco.

En caso de que finalmente la carne sea el alimento elegido, es preferible que ésta se acompañe de una guarnición vegetal, es decir, pimientos o verduras salteadas, para mostrar al niño que hay alimentos distintos a las patatas fritas para acompañar a un filete.

Postres dulces

Es bien sabido que los niños presentan una debilidad especial por los dulces. Un capricho de este tipo no supone ningún problema si tiene lugar de vez en cuando, pero resulta interesante hacerles ver que en los restaurantes, además de tartas y pasteles, hay otras opciones muy saludables elaboradas con frutas, cuyo colorido y sabor superan a muchas recetas de pastelería o repostería. Por eso, es importante animarles a que elijan y prueben los batidos naturales de frutas, las macedonias y las frutas con yogur y el queso fresco o helado, postres que, además de estar disponibles en la carta de muchos restaurantes, son también muy sencillos de elaborar en casa.

La comida rápida

Img hamburguesa1Si es un día especial, como por ejemplo el cumpleaños del niño, y él tiene la opción de elegir, es probable que opte por un restaurante de comida rápida. Este tipo de alimentos no suponen ningún riesgo para la salud siempre y cuando su consumo no se convierta en un hábito, ya que, por lo general, los platos que se ofrecen son ricos en colesterol y grasas saturadas, que contribuyen a aumentar los niveles de colesterol en sangre. Por tanto, conviene acudir a estos establecimientos de forma esporádica, y así poder inculcar a los más pequeños unos hábitos de alimentación saludables.

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