Alquiler de artículos ortopédicos

Contar con sillas de ruedas o camas adaptadas es una solución para quienes sufren una dolencia temporal
Por Elena V. Izquierdo 21 de marzo de 2011
Img muletas
Imagen: Hawkins

A lo largo de su vida, una persona puede padecer una movilidad reducida de manera temporal, ya sea por la rotura de un hueso que le impide caminar o por una operación que le obligue a pasar un tiempo en la cama o le dificulte desplazarse durante un viaje. En estos casos, el enfermo y su familia se enfrentan al dilema de comprar un producto que solo van a utilizar durante un periodo concreto o pedirlo prestado. En general, además de ser caro, adquirir el artículo tiene otros inconvenientes, como qué hacer después con la silla de ruedas, las muletas o la rampa compradas para afrontar una situación temporal. De ahí que el alquiler se revele en estos casos como una solución intermedia.

Cuándo se utilizan

Los artículos de ortopedia que se pueden alquilar son tan diversos como las necesidades puntuales de sus usuarios. En los catálogos figuran sillas de ruedas, muletas, andadores, rampas plegables, scooters, camas adaptadas o grúas para mover al enfermo. En las zonas de playa, incluso, cabe la opción de contar con sillas de ruedas para acceder al mar.

Las ocasiones en las que una familia cuenta con los servicios de las empresas encargadas de alquilar este tipo de artículos son muy variadas. El caso más frecuente es el de una persona que ve reducida su movilidad durante un tiempo debido a una intervención quirúrgica o a una rotura y necesita una silla de ruedas o un par de muletas para desplazarse por casa, salir a la calle o acudir al médico. En ocasiones, también precisan de rampas plegables para poder salir de la vivienda o acceder al coche.

El caso más frecuente es el de una persona que ve reducida su movilidad durante un tiempo debido a una intervención quirúrgica o una rotura

Otra ocasión en la que se requiere un artículo ortopédico de alquiler es la rotura de la silla, la rampa o la grúa que el usuario utiliza de manera habitual. Mientras le arreglan la suya o compra una nueva, contar con una ayuda temporal es una buena elección.

En el caso de los niños, las circunstancias obligan a alquilar artículos de menor tamaño diseñados de manera específica para ellos: muletas pequeñas, sillas de ruedas adaptadas, incluso de colores o con dibujos, que pongan una cara amable a la convalecencia. No todas las empresas tienen este material, pero no es difícil encontrarlo en compañías que operan a través de Internet.

Tanto en farmacias como en empresas especializadas de Internet se alquilan productos ortopédicos

También son numerosos los usuarios que alquilan camas adaptadas o colchones especiales cuando una persona mayor que necesita un apoyo pasa temporadas en la vivienda. Es el caso de familias que se alternan para cuidar de un anciano, que vive unos meses al año en la vivienda de cada hijo. El hecho de comprar la cama para este periodo puede ser, además de caro, incómodo para el resto del año. Ocupa espacio y no se utiliza por parte de otros miembros de la familia. Estas camas se elevan para poder alimentar o cambiar de ropa a quienes permanecen en ellas y en general cuentan con barandillas laterales para evitar caídas.

En ocasiones, se alquilan colchones antiescaras para que a los pacientes no se les formen llagas y úlceras por presión, comunes en la convalecencia. Cuando estas personas no se mueven por sí mismas, necesitan grúas para que se les traslade de la cama a una silla, también disponibles en las empresas de ortopedia.

Para dar largos paseos o ir al campo, cabe la posibilidad de agregar una tercera rueda con manillar -similar a la parte delantera de una bicicleta- a la silla manual, de manera que se facilita el desplazamiento. Si esto es necesario, basta alquilar el denominado handbike, que se une a la silla habitual y otorga al usuario más movilidad y libertad.

Para las vacaciones

La posibilidad de contar durante unas semanas con estos artículos, que mejoran la movilidad en el lugar elegido para pasar las vacaciones, evita que los turistas tengan que hacer el viaje con la silla de ruedas en el maletero del coche o llevarla junto con el equipaje en otros medios de transporte.

Cuando el viaje se realiza a un lugar donde hay mar, se pueden alquilar sillas de ruedas para la playa. Sus grandes ruedas permiten circular a través de terrenos blandos como la arena -algo casi imposible con las sillas tradicionales e incluso difícil con las de bebé-, además de adentrarse en el agua, de modo que tanto los ancianos como las personas con alguna discapacidad puedan disfrutar de la playa y del agua, tanto como sus acompañantes. La carencia de estos medios provoca que numerosas familias cambien su destino al planear un viaje: la arena de la playa puede suponer una gran barrera.

Se pueden alquilar sillas de playa que circulan por la arena y en la orilla del mar

Aunque no es lo más habitual, algunas ciudades prestan de forma gratuita las sillas de ruedas a quienes las necesitan, con el fin de promocionar el turismo y hacer la vida un poco más fácil a las personas con problemas de movilidad. También en algunas playas la utilización de las sillas preparadas para entrar en el agua es gratuita.

Dónde acudir

Muchas farmacias cuentan entre sus servicios con el alquiler de productos ortopédicos. Algunas tienen los más básicos, como muletas o sillas de ruedas, y otras ofrecen un catálogo amplio. Es aconsejable preguntar la disponibilidad y avisar del día en que se utilizará el artículo. A menudo, en menos de 24 horas el cliente puede tener el material que requiera.

Además de las farmacias, ciertas empresas se dedican exclusivamente a la venta o alquiler de productos ortopédicos. Bien sea de forma presencial o a través del teléfono o de Internet, el interesado puede elegir el artículo que necesite entre un amplio catálogo, marcar las fechas y el lugar donde lo quiere, y decidir si prefiere recogerlo en el local o que se lo lleven.

También hay asociaciones u organizaciones no gubernamentales (ONG) que prestan sillas de ruedas, muletas, camas o grúas a personas que las necesitan a un precio más barato que en los negocios, e incluso de forma gratuita.

Los precios

El precio de estos artículos varía mucho según la empresa, el lugar donde se alquilen y el tiempo que se quiera disfrutar de ellos.

  • El precio de las sillas de ruedas manuales oscila entre 2 y 3 euros diarios. Si se alquilan durante un mes, cuestan entre 30 y 60 euros. En el caso de que sea eléctrica, se paga entre 150 y 400 euros, según la compañía que lo rente y el modelo.

  • Si se necesitan muletas, se pueden tener por algo más de 7 euros al mes la unidad o 20 euros al trimestre.

  • Los andadores cuestan 3 euros diarios, aunque el precio por quincena en las empresas más baratas es de 9 euros y de 15 si el cliente permanece con ellos un mes.

  • Si el usuario precisa de una rampa para salvar desniveles, acceder a una vivienda o a un vehículo, el abono diario oscila entre 10 y 36 euros, según el tamaño y la compañía que las comercialice.

  • Los colchones antiescaras están disponibles por 18 euros al mes, mientras que la cama eléctrica regulable se alquila por un precio de entre 130 y 200 euros mensuales. Por tener durante 30 días una grúa eléctrica con su arnés, en la empresa más barata cobran unos 68 euros, un precio que asciende a 200 euros en las menos económicas.

  • Cuando el artículo elegido es un scooter, algunas tiendas dan la opción de alquilarlo incluso por horas, ya que no siempre es necesario tenerlo durante mucho tiempo. Una hora cuesta 9 euros, medio día vale 28 euros, y 53 si se quiere disponer del vehículo una jornada entera. Por 175 euros, el usuario tiene el scooter durante una semana y por 435 euros, un mes. Otras compañías que no ofrecen la posibilidad de rentar el vehículo por horas cobran 13 euros por un día, 48 a la semana o 145 euros al mes, unos precios que se distancian según la empresa que se elija.

  • Las sillas de playa con las que adentrarse en la arena y en el mar se alquilan por 30 euros diarios, 90 en el caso de que los usuarios quieran tenerlas una semana y algo menos de 300 si desean disfrutar de ellas todo el mes.

  • Por adaptar a la silla de ruedas manual una tercera rueda con manillar, el handbike, se pagan unos 33 euros si se permanece con el accesorio dos días, 55 euros por una semana y 180 euros por un mes. En casi todas las empresas se facilitan precios especiales para las personas que quieran disfrutar de más tiempo con los artículos.

Cuando no es el ciudadano quien recoge el material ortopédico, sino que la empresa tiene que llevarlo hasta el domicilio o el lugar indicado por el cliente, por lo general el precio se incrementa. Si además es necesario transportarlo a otra localidad, el usuario corre con los portes.

Es habitual que se cobre al cliente una fianza para evitar la sustracción o el deterioro del artículo

También es habitual que tanto las empresas de alquiler de productos ortopédicos como las farmacias que prestan este material cobren al cliente una fianza con la que pretenden evitar tanto la sustracción del artículo como el deterioro o rotura del mismo. En algunos negocios se cobra el equivalente al alquiler de un mes, mientras que en otros depende del artículo que se presta. En todo caso, cuando el cliente devuelve el material, le reintegran el dinero adelantado.

También para hacer turismo

Cada vez se demandan más artículos de ortopedia durante los viajes. El turismo se ha convertido en una fuente de ingresos para los establecimientos que prestan este material. Es probable que una persona camine sin dificultad en su vida diaria, pero se canse al realizar largas caminatas cuando visita una ciudad.

En estos casos, en lugar de recurrir a una silla de ruedas, se pueden alquilar scooters eléctricos que facilitan la movilidad. Al ser un híbrido entre una silla de ruedas y una moto, proporcionan al cliente autonomía. Con estas máquinas pueden recorrer las calles solos o acompañados, sin tener que hacer esfuerzos.

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