Recetas refrescantes para niños este verano

Con frutas, zumos, yogur o gelatina se pueden elaborar ricas y nutritivas recetas con las que proteger a los pequeños del calor
Por Marta Vázquez-Reina 1 de septiembre de 2014
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Imagen: Steven Depolo

Cuando el calor aprieta, los niños necesitan alimentos refrescantes y ligeros. Las frutas y los lácteos son algunas de las opciones más recurrentes, pero los menores las disfrutarán más si se ofrecen con texturas tan atractivas para ellos como el helado, los sorbetes y los granizados. En este artículo se explican cinco recetas refrescantes para que los pequeños disfruten este verano: bombones caseros de yogur, granizado de zumo de naranja, polos de gelatina y sorbete y helado de sandía.

1. Bombones caseros de yogur

El yogur forma parte de la dieta de los niños durante todo el año. Es una alternativa láctea que gusta a casi todos, por su textura y variedad de sabores, y que en verano también se puede tomar en forma de helado para que resulte más refrescante.

El blog de recetas infantiles Recetín propone una receta muy sencilla y natural para preparar deliciosos bombones helados de yogur con frutas, a los que denomina YoNuggets.

Los polos de gelatina para niños no se derriten tan rápido, lo que les hace perfectos para los días calurosos

Los ingredientes necesarios son un yogur natural (o de sabores) griego, un vaso de pulpa de la fruta que se desee y un poco de miel.

El procedimiento es fácil. Se tritura con la batidora la pulpa de fruta, se añade a continuación el yogur y la miel y se bate todo hasta que quede una mezcla homogénea. El siguiente paso es verter la mezcla en una cubitera e introducirla en el congelador. Una vez que se solidifique, se desmolda y el resultado serán unos deliciosos y naturales bombones helados que entusiasmarán a los pequeños.

2. Polos de gelatina

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Imagen: Pink Poppy Photography

De fresa, de naranja, de limón… Los polos son compañeros inseparables de los niños para refrescarse en verano cuando se elevan las temperaturas. Este dulce y fresco helado se puede elaborar en casa con distintos ingredientes, como zumos, refrescos, batidos, yogur y también con gelatina.

Esta es la propuesta del blog Las recetas de Laylita. Tal como afirma la bloguera, Layla Pujol, la ventaja de los helados de gelatina es que «no se derriten tan rápido como los helados regulares, lo cual los hace perfectos para esos días calurosos».

Para elaborarla tan solo se necesita gelatina en polvo -del sabor o sabores que se prefiera-, agua y azúcar. La gelatina se disuelve en primer lugar en agua caliente y después se mezcla con agua fría y azúcar. Después, basta con verter la mezcla en pequeños moldes de polos o en vasitos de plástico pequeños con un palito especial para helado. Se puede hacer de un solo sabor o de varias capas, como la receta de Pujol, en cuyo caso, es necesario esperar a que cada capa se congele para verter la siguiente.

3. Granizado de zumo de naranja

El granizado es una sabrosa y refrescante alternativa para que los menores beban en verano y se mantengan hidratados.

Biljana, autora del blog Mis Dulces Joyas, sugiere la siguiente receta de granizado de zumo de naranja «súper fácil de hacer».

Para hacerla se necesitan 750 mililitros de zumo de naranja, 150 gramos de azúcar y una cucharada de la ralladura de la naranja. Si se quiere aromatizar aún más la bebida, se puede añadir un poco de alguna especia como canela, vainilla o jengibre.

El siguiente paso es mezclar todos los ingredientes, ponerlos a fuego medio y mantenerlo en ebullición, removiendo a menudo unos tres minutos, para disolver el azúcar. A continuación, se vierte en un recipiente poco profundo, se cubre con film transparente y se mete al congelador dos horas. El paso final es triturar la mezcla congelada con un batidor o una cuchara de madera y repetir el proceso (congelar y triturar) tres veces hasta conseguir la textura perfecta.

Como indica la bloguera, se puede sustituir el zumo de naranja por el de cualquier otra fruta para así obtener gran variedad de sabores.

4. Sorbete y helado de sandía

La sandía es una de las frutas estrellas del verano. Su sabor dulce, su textura suave y su atractivo color llaman la atención de los niños, que con dificultad la rechazan. Para que no se aburran de comerla siempre de la misma manera, se puede optar por ofrecérsela de un modo aún más fresco: en sorbete o helado.

Pelayo Fernández, del blog Golosolandia, explica paso a paso cómo elaborar de forma sencilla estas dos propuestas.

En ambos casos son necesarios 500 gramos de sandía, 300 gramos de azúcar glas y el zumo de medio limón. Para el helado también harán falta 350 mililitros de nata líquida y para el sorbete 100 mililitros de nata y 250 mililitros de leche.

Se bate la sandía hasta obtener un zumo, se mezcla con el azúcar (tamizada) y el limón y se enfría en la nevera. A continuación, se monta la nata o se bate la nata con la leche y se añade a la mezcla anterior. Se vierte todo en un recipiente previamente enfriado y se guarda en el congelador. Después de una hora o dos, se saca y se revuelve para que quede más cremoso, y se vuelve al congelador.

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