Las saxifragas tienen la ventaja de que crecen con una rapidez asombrosa y que en su época de floración sus hojas adquieren un color verde combinado con blanco y color púrpura. Para que conserve su esplendor necesita agua abundante, por lo que es conveniente regarla y pulverizar sus hojas.
También es recomendable colocar compost en la maceta para evitar que el agua se embalse. En primavera se puede aplicar un fertilizante muy diluido. En cuanto a la luz que necesita, si se expone directamente al sol se quema, por lo es aconsejable ubicarla en una ventana orientada al norte o detrás de una cortina. Para reproducirla se puede cortar uno de sus esquejes más desarrollados y plantarlo en un vaso de plástico. Cada primavera también es aconsejable cambiarlas de tiesto, además de emplear cada vez una maceta mayor. Suelen sufrir las plagas de pulgones. Para evitarlo se pueden colocar clavos insecticidas en la tierra.