Mediante el pavimento del suelo, sea de baldosas o parqué, se puede tratar de conseguir una decoración acorde con la pintura o el papel de las paredes de una estancia, coordinando los colores de ambas zonas.
En la estancia de la fotografía se ha optado por emplear tonalidades claras de los colores azul y amarillo que combinan muy bien. El azul es un color primario frío y el amarillo es un color secundario. Al contrario que el azul el amarillo es un color cálido, sin embargo también ayuda a dotar de amplitud a las estancias que decora.
Para forrar el suelo se ha bordeado la zona adyacente a las paredes de baldosas azules y la zona central de amarillo. La parte inferior de la pared esta decorada de azul, combinando con las baldosas contiguas. Se ha decorado la pared de color azul hasta la altura de la puerta, que también se ha pintado de azul para continuar la integración decorativa. Para separar ambas superficies tanto el marco de la puerta como el rodapié se han pintado de blanco.
La parte superior de la estancia, por encima de la puerta, se ha pintado de amarillo, en un colorido similar al empleado para embaldosar la parte central de la estancia.
