Cómo cuidar ejemplares que crecen en lugares poco iluminados

Si sus hojas se secan recortaremos la parte dañada, dejando un trozo seco para que esto no vuelva a producirse
Por EROSKI Consumer 19 de julio de 2006

Ejemplares como la aglaonema, la aspidistra, el filodendro, la sanseviera, la alocasia o el helecho están habituados a desarrollarse en lugares poco luminosos y no requieren de grandes cuidados. No obstante, los helechos suelen considerarse malas hierbas siendo, como norma general, ejemplares agrestes de rápido crecimiento y muy invasores, por lo que no es conveniente ubicarlos en nuestro jardín salvo para tapizar terraplenes o zonas poco productivas en las que ejerzan la función de verjas, dificultando el acceso a personas ajenas a la propiedad.

Deberemos tener en cuenta una serie de apreciaciones para conseguir los mejores resultados:

Son ejemplares que requieren de una cantidad menor de luz solar para realizar la fotosíntesis. Para facilitar el normal desarrollo de este proceso deberemos retirar el polvo o lavar sus hojas, bien con un paño humedecido o bien colocándolas bajo la lluvia en el caso de que sean ejemplares de interior.

Es conveniente que vigilemos nuestras plantas y les aportemos la cantidad de agua necesaria, sin regar en exceso. Si las puntas se han secado recortaremos la parte afectada, dejando un pequeño borde marrón para evitar que la zona cortada se vuelva a secar. Si la planta está mustia y con el cepellón completamente seco, un riego por inmersión puede ser la solución a sus males.

También eliminaremos con regularidad las hojas dañadas o marchitas, porque su olor estimula la aparición de plagas y enfermedades. Además, el propio ejemplar tratará de revitalizarlas, malgastando la energía y nutrientes que absorbe y produce mediante la fotosíntesis.

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