En decoración las distancias parecen diluirse cada vez más y ya no es extraño encontrar en los ambientes domésticos una mezcla de culturas que, además, puede generar bellos contrastes.
No es difícil adquirir ropa con letras chinas o japonesas estampadas u originales cuadros con grafía oriental, e incluso objetos decorativos, como las cortinas que puede observar en la fotografía.
Si desea dar a una estancia ese toque de distinción y serenidad que caracteriza a los espacios del sol naciente puede optar por decorar una estancia con sus kanjis o caracteres. Podrá encontrarlos fácilmente en Internet, e incluso a través de buscadores escribir lo que usted quiera, aunque siempre con las limitaciones de una traducción realizada por una máquina.
El texto puede ser impreso a gran tamaño, después habría que recortar la parte interior de las letras, fijar el papel como si de una cenefa se tratara y pintar las letras de un color que contraste con el de la pared.
Otras opciones pasan por construir una puerta típica japonesa, o bien emplear elementos decorativos propios de esa cultura, como sus jarrones, cuadros o bonsáis, para obtener un aire oriental en la decoración.