En otoño es bastante habitual que los árboles frutales se llenen de pequeñas hormigas y demás insectos que pueden generar verdaderos quebraderos de cabeza. Si se desea ahuyentar a las hormigas y evitar que dañen los frutos de los árboles, se puede aplicar este sencillo truco: envolver el tronco del árbol en plástico transparente del que se suele emplear en la cocina. De este modo, los insectos ni siquiera se acercarán a los árboles, y mucho menos a los frutos. Eso sí, también es conveniente perforar el plástico. Así el tronco del árbol podrá transpirar a través de esos pequeños agujeros.