La cuna es un >mueble imprescindible para el descanso y el sueño del bebé. Se debe procurar que cumpla con una serie de pautas que garanticen tanto la confortabilidad como la seguridad del pequeño, quien, en sus primeros meses de vida, pasará allí muchas horas al día. Este artículo detalla algunas características esenciales de la cuna del niño, cuáles son sus medidas recomendadas y qué cuidados se deben tener en relación con el colchón, las almohadas y los juguetes. También ofrece algunas indicaciones acerca de dónde se aconseja colocarla.
La cuna se debe colocar en una esquina o rincón de la habitación. Lo más importante es que no esté cerca de fuentes de calor o frío excesivos, ni tampoco de corrientes de aire. También se debe poner especial atención para que ni cuadros, ni estanterías, ni ningún otro elemento que pudiera caer por accidente quede encima de este mueble infantil.
Los expertos de la AEP también recomiendan que, durante los primeros 4 o 5 meses de vida, la cuna esté cerca de sus padres, pero separada de donde ellos duermen. Diferente es cuando se decide practicar el colecho: el pequeño no estará separado de sus padres pero, claro está, tampoco usará la cuna.
Otro consejo de los pediatras es que el niño se acostumbre desde bien bebé a que “la noche es para dormir” y, por lo tanto, a dormirse solo en la cuna, y no en los brazos de su madre o su padre.