¿Es lo mismo una cara de enfado en una persona de origen oriental que en una de procedencia occidental? Según una de las hipótesis más aceptadas en biología y ciencias sociales, debería serlo. No obstante, parece que la manifestación y la intensidad de las seis emociones básicas (alegría, sorpresa, repugnancia, ira, miedo y tristeza) no serían tan universales como se ha creído hasta ahora. En este artículo se aborda un estudio que muestra que las emociones podrían percibirse de manera diferente en función de la cultura de la persona.
Pau Ekman definió seis gestos universales, aunque años más tarde los amplió a 17. Estos fueron los primeros:
- Alegría. Se produce mediante la contracción del músculo que va del pómulo al labio superior y del orbicular que rodea al ojo. Las mejillas se elevan.
- Tristeza. Se manifiesta cuando los párpados superiores caen y las cejas se angulan hacia arriba. El entrecejo se arruga y los labios se estiran de forma horizontal.
- Ira. Mirada fija, cejas juntas y hacia abajo y tendencia a apretar los dientes.
- Sorpresa. Los párpados superiores suben, pero los inferiores no están tensos. La mandíbula suele caer.
- Asco. Ligera contracción del músculo que frunce la nariz y estrecha los ojos. El gesto de la nariz arrugada es simultáneo al de la elevación del labio superior.
- Miedo. Sigue a la sorpresa. Párpados superiores elevados al máximo e inferiores tensos. Las cejas levantadas se acercan. Los labios se alargan hacia atrás.