El aumento de la morosidad en las tarjetas de crédito deja entrever tensiones en la economía doméstica

El máximo número de impagados se registra en Madrid y Barcelona, y el mínimo en Teruel y Soria
Por EROSKI Consumer 15 de noviembre de 2006

La morosidad del crédito al consumo está en niveles históricamente bajos en España -estabilizada en torno al 2% desde mediados de 2004-, pero empieza a repuntar en las tarjetas de crédito, lo que constituye un primer signo de tensión en las finanzas domésticas, según ha confirmado el Servicio de Estudios del BBVA en su informe sobre la evolución del consumo.

La morosidad es más elevada allí donde la tasa de paro es más alta y el nivel de renta más bajo

La aportación más novedosa de este trabajo es la gran diversidad que percibe en el nivel de morosidad de las provincias españolas. Por el efecto «tamaño» de las economías provinciales, el máximo número de impagados se registra en Madrid y Barcelona, y el mínimo en Teruel y Soria.

Puesto que la información es confidencial, los autores han clasificado las provincias por niveles, relacionando las diferencias de población y el volumen de créditos con la morosidad registrada. Así medidos, el saldo máximo impagado en función del crédito se localiza en Tenerife y Las Palmas, y el mínimo en Burgos y Guipúzcoa.

Impagados y renta

La morosidad es más elevada allí donde la tasa de paro es más alta y el nivel de renta más bajo -importa más el nivel que el ritmo de crecimiento, según los autores del trabajo-, de igual modo que se registran más impagados en las zonas con menor tejido industrial y mayor componente de la construcción y los servicios.

Pero también hay otros factores no siempre relacionados con la riqueza. Los impagados son menores donde la red de sucursales de bancos y cajas es más tupida: los expertos del BBVA explican que, seguramente, las oficinas tienen mejor conocimiento del cliente y los préstamos se conceden con mayores probabilidades de solvencia.

Crédito rápido

Frente a las alertas del Banco de España y las autoridades económicas, el informe del BBVA no percibe riesgos por el desarrollo del crédito rápido. Pese al bombardeo publicitario de las entidades que ofrecen la concesión de 3.000 a 6.000 euros en 24 horas, considera que los créditos rápidos no están adquiriendo una gran relevancia sobre el total del crédito al consumo.

Al BBVA tampoco le parece que la subida de tipos de interés pausada, como la que creen llevará a cabo el Banco Central Europeo (BCE), vaya a mermar las posibilidades de desarrollo del crédito al consumo en el medio y largo plazo.

Evolución de la economía

Según los cálculos que recoge el informe, en los próximos meses los impagos se mantendrán en niveles reducidos, a pesar de que la entidad haya detectado «que se podría estar produciendo ya un cierto repunte en la morosidad de las tarjetas de crédito». Entre julio de 2005 y julio de 2006, el número de contratos de tarjeta bancaria que han entrado en mora ha crecido un 12%.

El comportamiento es similar al observado en países donde hay mayor predisposición a endeudarse para consumir, como por ejemplo EE.UU. o el Reino Unido: el producto con mayor tasa de impagos es la tarjeta de crédito, seguido del préstamo al consumo, el del automóvil y, finalmente, la hipoteca.

El crédito al consumo supone el 20% del endeudamiento de las familias y el 60% de los casos de morosidad. A pesar de todo, existen factores como la progresividad de los aumentos de tipos de interés o el hecho de que estos créditos sean a tipo fijo que favorecen que no aumente la morosidad.

El estudio contempla que, tal y como viene sucediendo desde 2005, las entidades seguirán relajando los criterios de concesión del crédito pero, al tiempo, aumentarán los tipos de interés aplicados. Así, será más fácil conseguir un crédito al consumo pero costará más devolverlo, tal y como explicaron fuentes de la entidad.

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