Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. Eso dice al menos la canción. Y para realizar un presupuesto de pareja ha que saber buscar el equilibro entre el amor y el dinero. Para algunos será misión imposible, para otros objeto de discusión y peleas, los menos lograran su complicado objetivo.
Lo primero que hay que decidir es cómo se va a administrar el dinero que se gana y en qué se va a gastar. ¿Los ingresos se pondrán en común, sólo una parte o cada uno por su lado? Un gran dilema.
En cuanto a los gastos, la cosa tampoco es mucho más sencilla. La casa, el coche, la comida, los niños… no dejan espacio a la individualidad de cada miembro de la pareja. Los vicios y pequeños caprichitos podrían desaparecer si los ingresos no son muy altos.