Microcréditos: rebaja en los tipos de interés

Sin comisiones, aplican un tipo de interés entre el 4% y 7%, por debajo del crédito al consumo y permiten una financiación de hasta 20.000 euros
Por José Ignacio Recio 7 de agosto de 2007

Los microcréditos son pequeños préstamos realizados a sectores de la población con poco recursos, y que están fuera de otros canales de financiación de las entidades financieras, como en el caso de los préstamos de consumo. No se exige avales, ni garantías reales, sino que es suficiente contar con el aval moral emitido por entidades o asociaciones sociales, la empresa en la que se trabaja, etc. Otro aspecto que los diferencia, es que posibilitan que muchas personas sin recursos puedan financiar proyectos laborales por su cuenta que les reviertan unos ingresos. Pero tampoco en la actualidad son exclusividad de este segmento de la población, sino que también se utilizan para apoyar a los emprendedores con pocos recursos. En general, están destinados a inmigrantes, emprendedores sin recursos, hogares monoparentales, mujeres, parados de larga duración, personas con discapacidad o en riesgo de exclusión. La fórmula consiste en conceder pequeñas cantidades de dinero a personas que tienen una idea de negocio viable pero no pueden solicitar un crédito a una entidad financiera porque no disponen de avales. En estos momentos son muchos los bancos y cajas de ahorro españolas que ofertan mircrocréditos -muchas entidades incluso han rebajado su tipo de interés- un producto que no contempla ninguna comisión, pero que requiere comparar las condiciones de los distintos bancos para determinar cuál es que más se acerca a las necesidades de cada uno. Entre los aspectos a tener en cuenta antes de decantarse por uno u otro se hallan: el tipo de interés, el tiempo límite de devolución, la máxima cantidad que se puede pedir y los papeles necesarios que se deben cumplimentar.

Préstamos blandos y sin comisiones

Préstamos blandos y sin comisiones

Los emprendedores sin recursos pueden dirigirse a las fundaciones, asociaciones, ONG, etc., que colaboran con programas de microcréditos para que estudien su propuesta. Esas instituciones colaboradoras analizan el plan de empresa y si lo consideran viable lo derivan a los bancos y cajas que participan en el programa, que en última instancia determinan la viabilidad del proyecto y deciden si otorgan o no la financiación. Son ya muchas las cajas de ahorro que a través de sus departamentos de ‘Obra Social’ cuentan con este producto social (Bancaja, BBK, Caja San Fernando, CAM, Caixa Catalunya, Caja Vital, Caja Duero, Caixa Galicia, Caja Segovia o “la Caixa”, son algunos ejemplos).

Los microcréditos no contemplan ninguna clase de comisión

Las condiciones del microcrédito, a la hora de solicitarlos, son más suaves. El tipo de interés se sitúa entre el 4% y el 7%, por debajo del crédito al consumo, según datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). Así por ejemplo, el tipo de interés aplicado por BBK es el del Euríbor más 0,5%, mientras que en Caja Duero es del 4,5%. En el lado intermedio se sitúan los microcréditos de Caixa Galicia, con un interés fijo del 4% durante toda la vida de la operación, con un plazo de amortización de cinco años y seis meses de carencias opcionales. Otro aspecto que hay que tener en cuenta para su contratación es que no contemplan ninguna clase de comisión. Por lo que respecta a los cantidades que se conceden, la media se sitúa e torno a los 10.000 euros, y rara vez superan los 20.000 euros, aunque en algunos casos puede alcanzar los 60.000 euros, como el que proporciona el ‘Microcrédito Emprendedor’ de Caja Duero.

Dos nuevos microcréditos

Los microcréditos que disponen las cajas de ahorro se va renovando continuamente, y van apareciendo en el mercado nuevos préstamos de estas características que tienen unos destinatarios muy concretos: inmigrantes, emprendedores sin recurso, parados de larga duración, etc. Es el caso de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM)y “La Caixa” que acaban de lanzar sendos productos de estas peculiaridades. Por un lado, la ‘Obra Social’ de la CAM ha desarrollado, en colaboración con el Centro de Desarrollo de Iniciativas Empresariales (MITA), un programa de microcréditos para financiar proyectos de autoempleo de colectivos que tienen dificultades para acceder a la financiación por medios tradicionales, como son las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes, los mayores de 45 años, las personas con discapacidad y parados de larga duración.

No se exigen avales, siendo sus destinatarios los inmigrantes, discapacitados, parados de larga duración y emprendedores sin recursos

Esta entidad, en general, financia proyectos laborales o empresariales que fomenten la autoocupación y la creación de microempresas a personas con dificultades de acceso a los canales habituales de financiación. Entre sus beneficiarios se encuentran microempresas o personas físicas, teniendo preferencia aquéllas que se encuadren dentro de los grupos de población siguientes: mayores de 45 años, hogares monoparentales, inmigrantes, mujeres, discapacitados y parados de larga duración. El importe financiable es del 95% de la inversión a realizar con un máximo de 25.000 euros, con un plazo de hasta siete años, sin carencia. Tiene un tipo de interés fijo del euribor a un año del último día del trimestre natural anterior a la formalización, más dos puntos.

Otra de las entidades que ha actualizado su programa de créditos sociales es “La Caixa”, que junto al Instituto de la Juventud (Injuve), la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) y otras entidades han puesto en marcha el primer “programa de microcréditos dirigido a jóvenes” que ofrece hasta seis millones de euros de financiación a este segmento con escasos recursos que quieran poner en marcha su proyecto empresarial. De esta forma, las entidades intermedias asesoran técnicamente al joven que quiere desarrollar su microempresa. Entre ambos se desarrolla la idea empresarial y se propone a la entidad financiera el apoyo económico para desarrollar el proyecto. Ésta será quien determine finalmente si se le concede o no apoyo económico al proyecto. El porcentaje máximo de la financiación es el 95% del coste total del proyecto, teniendo cada préstamo una cuantía máxima de 15.000 euros. El plazo de amortización es de cinco años y el tipo de interés que se aplica es del 5%, que se mantendrá fijo durante toda la vida de la operación.

La entidad catalana dispone de una doble modalidad de microcréditos, por un lado los sociales, que son operaciones de préstamo personal de hasta 15.000 euros que se utilizan para financiar proyectos de autoempleo promovidos por personas que padecen exclusión financiera y precisan asesoramiento para concretar y desarrollar su idea de negocio. Y, por otro lado, los financieros, que son operaciones de préstamo personal de hasta 25.000 euros que se dirigen a financiar pequeños negocios promovidos por personas que tienen cierta dificultad para acceder al sistema crediticio tradicional y se conceden a través de las oficinas de “La Caixa”.

Rebaja en los tipos de interés

Otra de las novedades en el campo concreto de los microcréditos proviene de Caja Duero que acaba de mejorar las condiciones de estos productos, rebajando el tipo de interés a Euribor más 0,25% y a un plazo de seis años. Se trata del ‘Microcrédito Emprendedor’, un producto dirigido a jóvenes menores de 35 años con iniciativa empresarial. Se financia un máximo de 60.000 euros por solicitante, con un interés de Euribor más 0,25% y un período de devolución de seis años. Paralelamente, la caja tiene en el mercado otro minipréstamo para personas físicas con dificultades de acceso al sistema financiero convencional y que cuenten con un proyecto de inversión viable, que genere nuevas fuentes de ingresos en forma de autoempleo. En concreto, se ofrecen hasta 18.000 euros, también a Euribor más 0,25%, y durante un plazo de seis años. Está destinado a la adquisición de bienes materiales e inmateriales o la creación de servicios generadores de autoempleo.

Caja Vital Kutxa es otra de las entidades que ofrece la posibilidad de acogerse a esta opción, para lo cual dispone de una línea de microcréditos destinada a ayudar a personas que no disponen de bienes económicos y que, como consecuencia, encuentran muchas dificultades para acceder al sistema financiero tradicional. “Son pequeños préstamos, a bajos tipos de interés y a devolver hasta en cinco años, destinados especialmente a facilitar el acceso al autoempleo, pagar deudas contraídas en el país de origen (en el caso de inmigrantes) o atender otras necesidades”, explican desde la caja vasca. La Obra Social de Kutxa (Caja Guipúzcoa San Sebastián), por su parte, pretende con este producto facilitar a los colectivos en riesgo de exclusión social el disponer de una financiación específica que les permita resolver problemas de primera necesidad, pagar las deudas contraídas en el país de origen de los inmigrantes o acceder al autoempleo. Esta opción va dirigida a inmigrantes, personas con discapacidad, minorías étnicas, personas mayores de 40 años, mujeres demandantes de empleo, personas en rehabilitación por consumo de drogas o alcohol y ex-reclusas. Los microcréditos tienen una cuantía máxima de hasta 6.000 euros y un plazo máximo de devolución de tres años, y su tipo interés es el referenciado al TAE del ICO (Instituto de Crédito Oficial) para esta clase de préstamos.

Precisamente, el Instituto de Crédito Oficial, en este caso en colaboración con Bancaza tiene un acuerdo para financiar, a través de microcréditos, los proyectos laborales o empresariales para pequeñas y medianas empresas que, por carecer de garantías en historial crediticio, encuentren dificultades para acceder a los canales habituales de financiación. Tienen un importe más elevado que la media, de un máximo de 25.000 euros, en que el beneficiario puede financiar hasta el 95% de la inversión que vaya a realizar y a devolver en 5 años, con un tipo de interés del 5,5%. Los préstamos han de ser solicitados por personas físicas que aporten y justifiquen la financiación para un proyecto común llevado a través de una microempresa. Asimismo, debe tomar, al menos, el 20% de capital social y ser, necesariamente, trabajador de la misma. La financiación que concede el ICO y Bancaja va dirigido a todas las personas aunque tendrán una preferencia los mayores de 45 años, los hogares monoparentales, inmigrantes, mujeres, discapacitados y personas en paro de larga duración.

Para personas en riesgo de exclusión financiera

Los microcréditos de Caja Segovia son “préstamos de pequeña cuantía que se entrega a personas vulnerables en riesgo de exclusión financiera, para facilitarles el acceso a una actividad productiva y para cuya concesión no se exigen ni garantías reales ni avalistas”, tal y como afirman desde esta caja. Tienen dos modalidades: una es la creación de empresa, y la otra es la inversión para ampliar o potenciar un negocio ya existente. Entre sus beneficiarios se encuentran: inmigrantes, discapacitados, jóvenes, parados de larga duración, desempleados mayores de 45 años, hogares monoparentales necesitados o emprendedores, entre otros. La cuantía máxima es de 12.000 euros, con un tipo de interés del 4%, con un plazo de cinco años, y con una carencia optativa de seis meses a un año. El destino del dinero es amplísimo, desde comprar las herramientas necesarias para establecerse como profesional, hasta adquirir un vehículo comercial o reformar un local para abrir un comercio, operaciones que llegan a ser una misión imposible para muchas personas enclavadas en grupos desfavorecidos, bien por razones económicas, sociales o de procedencia, como puede ser el caso de la población inmigrante.

Otra alternativa la proporciona el microcrédito de ‘BBK solidaria’, que es un préstamo destinado a personas en riesgo o situación de exclusión social (pobreza, inmigrantes, etc.). Se trata de personas que no disponen de bienes económicos, por lo que no pueden acceder al sistema financiero tradicional. Desde esta entidad claran que el objetivo de esta financiación es cubrir las distintas necesidades, como por ejemplo, situaciones personales o de familia (mantenimiento de la familia, viaje de familiares para inmigrantes, etc.), vivienda (alquiler, acondicionamiento, fianzas, etc.), cancelación de deudas en el país de origen (con tipos de interés de usura), o la puesta en marcha de actividades económicas.

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