Los planes de pensiones asegurados y las ventajas adicionales de alquilar viviendas son algunas de las novedades del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que entrará en vigor, tras su paso por el Parlamento, en el ejercicio 2003 (declaración a presentar en la primavera de 2004).
Los propietarios que pongan viviendas en alquiler desde ahora mismo y hasta el 31 de diciembre de 2004 disfrutarán de una reducción adicional en el IRPF del 25% del rendimiento íntegro durante un tiempo máximo de cinco años, que se suma a la reducción general del 15% sobre los ingresos procedentes del arrendamiento, según explicaron técnicos de Hacienda.
Las ventajas para quienes decidan poner en el mercado de alquileres su vivienda desocupada (ya sea de segunda mano o nueva construcción) no acaban aquí. Con el límite de los rendimientos netos obtenidos, podrán considerar gastos deducibles en el IRPF los intereses que abonen por los créditos hipotecarios correspondientes; un 3% anual en concepto de amortización del valor de adquisición o catastral (ahora es un 2%); los alquileres impagados, en su caso; un 10% de gastos de difícil justificación y el importe de los tributos y recargos no estatales (Impuesto de Bienes Inmuebles, entre otros).
Hacienda quiere utilizar el IRPF como un instrumento para el logro de los objetivos económicos y sociales del Gobierno. De ahí la abundancia de medidas orientadas a potenciar el trabajo de la mujer, el aumento de la natalidad, los sistemas de pensiones complementarios, la movilidad de los trabajadores y la duración de la vida laboral.
El anteproyecto de ley de reforma del IRPF crea una nueva figura de ahorro-previsión individual, el plan de pensiones asegurado. Es un contrato de seguro, con rentabilidad garantizada en el largo plazo, que pone el énfasis en la cobertura de la jubilación y régimen fiscal similar al de los planes de pensiones. Es decir, que las aportaciones realizadas se podrán deducir de la base imponible, y, cuando se produzca su rescate, el beneficiario tributará por las cantidades correspondientes en cada anualidad, como si fueran rentas de trabajo.
El titular de un plan de pensiones ya puede mudar a otro, pero no a un seguro, ni tampoco a uno de los nuevos planes de pensiones asegurados.
También experimentan un cambio a destacar los seguros percibidos en forma de capital. La permanencia menor a dos años no supone recorte, pero habrá una reducción del 40% en las primas que se mantengan más de dos años, y del 75% en las superiores a cinco años.
Por su parte, los titulares de un contrato de seguro con aportaciones regulares que se rescaten después de ocho años se beneficiarán del 75% de exención sobre la totalidad de las primas aportadas, descuento a aplicar desde el primer euro.
El Gobierno ha optado por ser «generoso» con determinados contribuyentes, frente a la posibilidad de generalizar las rebajas. Fuentes de Hacienda insisten en garantizar que todos pagaremos menos, por el lógico efecto de que las rebajas de la tarifa repercutan en cada uno de los tramos. Pero también reconocen que el Ejecutivo ha puesto el énfasis en medidas que acompañan objetivos estratégicos como el fomento de la natalidad, la atención a las personas mayores y la previsión complementaria.