La inflación seguirá registrando tasas negativas «hasta finales de otoño como mínimo», aseguró ayer el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien no obstante descartó un escenario de deflación. Campa hizo estas declaraciones en la rueda de prensa en la que analizó el Índice de Precios de Consumo (IPC) de mayo, cuya tasa interanual se situó en el -0,9%. Según dijo, la menor demanda está favoreciendo la caída de los precios.
El secretario de Estado de Economía trató en todo momento de hacer una lectura positiva del descenso de los precios. Así, destacó que la caída de la inflación supone un aumento de la renta de las familias y una mejora de la competitividad de las empresas españolas. En este sentido, recordó el diferencial histórico -de nueve décimas- que han alcanzado los precios españoles con respecto a la media de la zona euro.
Campa explicó que de la caída interanual del 0,9%, tres décimas se explican por el componente energético, otras dos por los servicios y 1,5 décimas por los alimentos. En cualquier caso, insistió en que «no se observa» un escenario de deflación, que es una caída generalizada, persistente y continuada del nivel de precios.
Una vez desaparezca el efecto base del petróleo -a partir de julio y agosto-, cuyos precios fueron un año antes muy superiores, la inflación volverá a crecer, pero aún quedarán algunos meses más de tasas negativas, «hasta finales de otoño como mínimo», precisó Campa.
Respecto a la inflación subyacente, que no tiene en cuenta el precio de la energía ni de los alimentos frescos, no entrará en tasas negativas aunque se siga desacelerando, aseveró.
