Los ajustes de empleo en España los protagonizan los trabajadores temporales, pero un empleado con contrato fijo que pierde su puesto de trabajo tiene dificultades mucho mayores para salir del paro, según un estudio que, basado en los datos de la Encuesta de Población Activa, ha publicado el Servicio de Estudios del Banco de España.
En España existe una importante «movilidad» de los trabajadores entendida como tal el paso de la situación de desempleo a la de empleo, pero esta flexibilidad oculta una marcada segmentación del mercado de trabajo. Según un análisis elaborado por expertos, son los trabajadores con trabajo temporal los principales protagonistas de estos movimientos. Cuando un empleado de contrato fijo cae en el paro, sufre grandes dificultades para salir de esta situación.
Los trabajadores que suscriben contratos temporales tienen una probabilidad muy elevada de reincidir en el paro, lo que contribuye a explicar, según los autores del trabajo, que la tasa de paro de España sea tan elevada, y es la justificación de que en nuestro país (uno de los Estados de la Unión Europea donde las indemnizaciones por despido son más elevadas) muestra unos elevados flujos de entrada al desempleo.
Dificultades
En cambio, el número de los trabajadores que pasan a situación de paro a partir de contratos fijos es mucho más reducido, pero una vez que estos empleados se encuentran en situación de desempleo les resulta muy difícil salir: de ahí la elevada incidencia que tradicionalmente está teniendo el desempleo de larga duración (más de un año) en España.
El ajuste laboral del mercado recae sobre los trabajadores temporales. Los autores -Ángel Estrada, Pilar García-Pereda y Mario Izquierdo-, interpretan que las últimas reformas del mercado laboral, dirigidas a ampliar las causas del despido objetivo procedente y a abaratar su coste, «apenas han afectado a la movilidad de los trabajadores con contrato indefinido».
En definitiva, el comportamiento del mercado laboral español, en materia de entradas y salidas de trabajadores, se asemeja en muchos aspectos al de los países de nuestro entorno. Ingresan más personas en la situación de desempleo cuando la economía empeora, pero las entradas y salidas se intensifican al ritmo que evoluciona el ciclo, porque una proporción cada vez más considerable de trabajadores (con contrato temporal, todos ellos) optan por cambiar de puesto de trabajo.
