La comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, encargada de velar por el futuro del sistema público de pensiones, se reúne de forma extraordinaria el miércoles para estudiar la reforma de la viudedad y debatir cuáles son los cambios convenientes a aplicar a una ayuda que perciben en la actualidad 2.138.265 personas, de las cuales 702.789 cobran otra prestación aparte y 160.942 son trabajadores en activo.
Urge la reestructuración de la pensión de viudedad porque la sociedad ha cambiado significativamente. Las mujeres se han incorporado al mercado laboral, existen hogares monoparentales, parejas de hecho reconocidas y está permitido el divorcio, entre otras circunstancias. En cualquier caso, los derechos adquiridos por los actuales beneficiarios permanecerán «intocables», coinciden en asegurar los diputados.
Un reciente informe elaborado por el Gobierno, y que será el punto de partida de la reforma, desvela que la edad media en la que los ciudadanos comienzan a cobrar esta prestación es la de los 71,57 años. Igualmente destaca el protagonismo femenino en la percepción de la pensión, aunque los hombres avanzan poco a poco, con 120.282 titulares. Otra peculiaridad del colectivo es que 78.852 accedieron a la pensión por fallecimiento de la pareja en accidente de trabajo o por enfermedad profesional.
En algunos países, el fallecimiento del trabajador cotizante genera pensión para otros familiares distintos de la pareja
El informe refleja también cómo se encuentra la pensión de viudedad en la Unión Europea (UE) de 15 miembros. En términos generales, el beneficiario no cobra el cien por cien de lo recibido por la persona fallecida en ningún país. Y cuando los gobiernos han optado por una prestación temporal, ésta se encuentra vinculada a la juventud del superviviente y a la inexistencia de hijos.
Hay países en los que el fallecimiento del trabajador cotizante genera pensión para otros familiares distintos de la pareja. Éste es el caso de Austria, donde hay ayuda para los padres y demás allegados que hayan vivido un año con el desaparecido y carezcan de rentas, o de Grecia, país que extiende los beneficios a padres y nietos, aunque fija algunos requisitos. En Italia, el derecho se amplía asimismo a padres, hermanos y nietos siempre que no haya otros supervivientes. Esta posibilidad también existe en España, pero en casos muy excepcionales.
19.386 millones para pagar estas pensiones
Desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) consideran que las pensiones de viudedad y de orfandad, actualmente pagadas con las cotizaciones de empresarios y trabajadores, deberían pasar a ser financiadas directamente por el Estado, porque su misión es «asistencial» y nada tienen que ver con las relaciones laborales entre el contratante y el contratado.
Los empresarios consideran que las pensiones de viudedad y de orfandad deberían pasar a ser financiadas directamente por el Estado
A juicio de los empresarios, el Estado debe asumir aquellas prestaciones calificadas universales (incluidas las asistenciales) como el complemento de mínimos (dinero necesario para que las personas que han cotizado al menos 15 años, pero por una cuantía baja, accedan a la pensión mínima) y la recaudación de las aportaciones de empresarios y trabajadores se limite a cubrir las necesidades de estos últimos. De este modo, aseguran, se rebajaría el coste laboral y se crearía más empleo.
En 2009, el presupuesto recoge que las cuotas sociales financian 4.096 millones de euros en los complementos de mínimos, mientras que el importe del Estado se limita a 2.406.35 millones, el 37% del gasto total. Para pagar las pensiones de viudedad y orfandad se necesitarán este año 19.386,6 millones.
