El telescopio espacial «Hubble» ha enviado a la Tierra imágenes que muestran la singularidad de la nebulosa de la Vía Láctea HD44179, también conocida como «Rectángulo rojo», con estructuras que emulan a una escalera, según informó la Agencia Espacial Europea (ESA).
En un comunicado, la ESA señaló que la nebulosa, «única por su forma y color», fue descubierta a principios de la década de los 70 en una búsqueda de fuentes de radiación infrarroja y está situada a 2.300 años luz de la Tierra, por lo que «la turbulencia atmosférica no permite observarla correctamente desde telescopios terrestres».
Los nuevos detalles aportados por el «Hubble» muestran «la estructura, sorprendentemente compleja, de la nebulosa, incluido algo parecido a los peldaños de una escalera, que en realidad son proyecciones de gas que rodean a una estrella moribunda».
«Rectángulo rojo» tiene, en contra de su denominación, una estructura en forma de «X» interpretada por los astrónomos como una emanación de gas y polvo procedente de la estrella central, que fue expulsada en dos direcciones opuestas y en forma cónica.
Telaraña
Unas formaciones con apariencia de peldaños, resultado de emanaciones masivas producidas cada pocos cientos de años, actúan como enlaces dentro de la estructura, convirtiéndola en una especie de telaraña, una formación sin igual en el espacio.
La estrella en el centro de la nebulosa, en fase terminal y cuyo origen es similar al del Sol, se calentará en un futuro lejano, si bien actualmente es tan fría que los átomos de la nebulosa no resplandecen y las partículas de polvo circundantes sólo son visibles cuando reflejan luz procedente de la estrella central.
Aunque no está claro qué moléculas de la nube de polvo son las responsables del llamativo color rojo de la nebulosa, es probable que se trate de algún tipo de hidrocarbono formado a partir de las frías emanaciones de la estrella central.
Las estrellas que están rodeadas de nubes de polvo suelen constituir potentes fuentes infrarrojas, ya que dicho polvo es calentado por la luz de una estrella para, a continuación, volver a irradiar luz roja de longitud de onda larga.
El «Hubble» también ha captado una banda oscura que atraviesa la estrella central, consistente en la sombra de un denso disco de polvo que rodea a la estrella y la oscurece al intentar una visualización directa.