Madres de día: una alternativa a la guardería

Las madres de día son educadoras que atienden a tres o cuatro niños menores de tres años en su propio hogar y les proporcionan una atención personalizada
Por Marta Vázquez-Reina 13 de mayo de 2011
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Imagen: oksidor

Un horario flexible, atención personalizada y un ambiente familiar. Éstas son algunas de las ventajas de los servicios de atención a niños menores de tres años en el hogar de una educadora, una práctica muy extendida en varios países europeos. En los últimos años, estos recursos, alternativos a las guarderías o niñeras, se han implantado en distintas ciudades de España y están avalados por organismos públicos o asociaciones que regulan su actividad y garantizan la profesionalidad de las “madres de acogida”.

Imagen: oksidor

¿En casa al cuidado de una niñera o canguro o en la guardería? Ésta es la pregunta que se formulan muchas familias, en las que ambos progenitores trabajan, cuando llega el momento de decidir cuál es la mejor opción para el cuidado de sus hijos menores de tres años. Pero no son las únicas. Distintas iniciativas implantadas en nuestro país en la última década proponen una alternativa diferente: el cuidado de los niños en el propio hogar de una educadora.

La práctica viene avalada por una generalización de este servicio en muchos países europeos

La práctica viene avalada por una generalización de este servicio en varios países europeos. Las «tagesmutter» en Alemania, «mamans de jour» en Suiza, «assistante maternelle» en Francia o las «childminders» en Reino Unido son profesionales, reconocidas por instituciones públicas estatales o locales, que reciben una formación y capacitación específica para ejercer su trabajo y cuentan con su propia licencia para desarrollarlo.

Atención personalizada

El servicio de atención domiciliaria consiste en acoger a un número limitado de menores (entre tres y cuatro) en el domicilio del educador en el horario que necesiten las familias. Durante este tiempo, los niños son atendidos por la especialista como si estuvieran en su propio hogar. Tal como resumen desde la Asociación Madre de Día, especializada en este tipo de servicios, «la clave es ofrecer una atención personalizada en un ambiente acogedor y hogareño». Se cambia de casa, pero se mantienen el ritmo y pautas que los niños necesitan a esa edad, en un ambiente similar al hogar, bajo la orientación y supervisión de «una persona formada con una titulación relacionada con la educación de los niños, que desarrolla un proyecto educativo con unos principios pedagógicos y un programa definido», matizan.

Hay que distinguir estos recursos de las denominadas «guarderías pirata», que carecen de cualquier tipo de coordinación o regulación

Los principios pedagógicos del proyecto Casas Amigas, otra de las iniciativas de nuestro país, orientan la tarea diaria en las casas de las educadoras «al desarrollo integral del niño en función de su momento evolutivo y mundo afectivo», señalan en este servicio. Al desarrollar las diferentes actividades y juegos, «respetamos y valoramos sus peculiaridades, destrezas y capacidades», detallan. Para ello, se crean diferentes ambientes en el hogar, «que promueven la interrelación y propician una mayor autonomía motora y social», desde una zona de descanso, de aseo o comidas, a otras para los juegos y actividades.

Hay que distinguir estos recursos de las denominadas «guarderías pirata», que carecen de cualquier tipo de coordinación o regulación. Las propuestas que deben valorar las familias deben ser las avaladas o reconocidas por algún organismo público o asociación regulada jurídicamente, que exigen el cumplimiento de determinados parámetros, como la formación especializada del educador o que los domicilios de acogida cumplan las debidas condiciones de higiene, seguridad, espacio, protección o mobiliario. Antes de contratar este tipo de servicios, es preciso verificar estos aspectos.

Madres de Día

La Asociación Madre de Día, reconocida desde el año 2006 por el registro de asociaciones del Ministerio de Justicia, lucha desde sus inicios por promover y desarrollar esta profesión en nuestro país. En la actualidad, cuenta con 17 «madres» asociadas, que prestan sus servicios en la Comunidad de Madrid, Toledo y Vigo y que están pendientes de que se establezca una regulación estatal de la actividad, que les permita desarrollar el proyecto bajo una normativa oficial.

Las madres de día fundamentan su trabajo en los principios de la pedagogía Waldorf

Este grupo de profesionales fundamenta su trabajo en los principios de la pedagogía Waldorf, que tal como define Antonio Malagón, presidente de la Asociación de Centros Educativos Waldorf de España, «busca proporcionar un plan de estudios personalizado, adecuado a las capacidades y a las necesidades del alumno, según las características de su etapa de evolución o desarrollo». Otro de los principios de esta pedagogía es el fomento de la autonomía y el juego libre entre los pequeños, «los educadores proporcionamos el espacio tanto físico como anímico para que el niño pueda crecer por sí mismo», señalan en La Casa del Baobab, centro asociado a Madres de Día de Torrelodones (Madrid).

Al no ser una actividad regulada por una normativa, ni respaldada por un organismo oficial, los precios de este recurso no son homogéneos, sino que cada «madre» marca sus propias tarifas en función de los servicios que preste. El coste orientativo oscila entre 350 y 500 euros según las horas de atención proporcionadas.

Casas Canguro

Casas Canguro es un programa de implantación en el medio rural, con un servicio de atención flexible a menores

El proyecto Casas Canguro fue la primera iniciativa de este tipo en nuestro país. Se puso en marcha en el año 2002, a partir de la colaboración entre el Instituto Aragonés de la Mujer y la Federación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (FEACCU) de Huesca. Desde 2003 cuenta con el apoyo de la Dirección General de Familia del Gobierno aragonés. Es un programa de implantación en el medio rural, que ofrece un servicio de atención flexible a niños de cero a tres años, en siete localidades de Huesca.

El objetivo es doble. Por una parte, facilitar la conciliación de las familias en pequeños municipios donde no se ubica ninguna escuela infantil, y por otra, apoyar la inserción laboral de la mujer del mundo rural, con la eliminación de barreras y la creación de nuevos puestos de trabajo. Para poner en marcha una casa canguro es necesario, además de obtener la homologación de las instalaciones, que la persona encargada de ella supere un curso inicial de formación tórica y práctica de 60 horas y participe en los diferentes programas de formación continua que se imparten para este fin.

Casas Amigas

En Navarra se inició en el año 2003 el proyecto Casas Amigas. Dirigido en la actualidad por la asociación Xilema, es un recurso de conciliación de la vida laboral y familiar, que proporciona atención personalizada a un grupo reducido de niños menores de tres años (máximo cuatro) en el propio domicilio de una persona cualificada para esta tarea. Cuenta con una red de 16 hogares, supervisados por el Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno de Navarra, que deben cumplir los requisitos establecidos en la Orden Foral que regula este servicio. Según esta normativa, el personal educador que atiende a los niños (52 en la actualidad) debe tener formación académica en el cuidado de menores o tener experiencia en este campo.

«Lo más valorado es el trato individualizado, la familiaridad y el contacto con la cuidadora»

«Los niños se sienten como en casa, forman parte de tu vida y tú de la suya». «Alegría y aprendizaje diario. El cariño que doy me lo devuelven multiplicado». Así definen su labor diaria algunas de las educadoras de Casas Amigas. María Oteiza, coordinadora del proyecto, reafirma estas impresiones por parte de los padres. «Lo más valorado es el trato individualizado, la familiaridad y el contacto con la cuidadora», señala Oteiza, sin olvidar otras ventajas como «la flexibilidad de los horarios o el menor riesgo de contagio de enfermedades», apunta.

Casas Amigas está subvencionado en un 50% por el Gobierno de Navarra, esto permite que el precio del servicio sea más competitivo que el de una guardería y otros centros de educación infantil. Una jornada de cinco horas, que es el mínimo que se puede contratar, tiene un importe de 318 euros, que se elevan a 452 euros si la jornada es de ocho horas. «Los padres están encantados y repiten con otros hijos», recalca la coordinadora del programa.

Educasas

Educasas es un recurso de conciliación de la vida laboral y familiar, que proporciona atención personalizada

También en Navarra y regulado por la misma Orden Foral, destacan los servicios Educasas, un proyecto de la sociedad En Manos Amigas, subvencionado por el Gobierno de Navarra. Surgen como alternativa a las guarderías en poblaciones donde carecen de ellas o no disponen de plazas suficientes para atender la demanda.

Las siete Educasas disponibles en la actualidad se ubican en Pamplona y otras cinco localidades de la comarca. Las cuidadoras son profesionales de educación infantil, cualificadas y con formación previa, que trabajan en su domicilio y proporcionan atención personalizada a un máximo de cuatro niños menores de tres años.

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