
Sus primeras palabras son para Vicente Ferrer, “cuyo carisma y especial relación con las personas lo hacen inigualable”. Anna Ferrer recuerda a quien fuera su compañero durante muchos años, pero acepta que ahora sin él, el trabajo debe continuar. Su legado ha de permanecer vivo: “Él dejó un equipo con una gran motivación”. La presidenta y directora ejecutiva de la Fundación Vicente Ferrer ensalza en esta entrevista la figura de una persona única y subraya el trabajo que gracias a él desarrollan a favor de las mujeres en India. “La discriminación de la mujer es tan endémica, que debemos trabajar por acabar con ella de manera transversal”, recalca. Violencia, abusos, desigualdad o injusticia son algunos de los elementos que tejen la vida de las mujeres a quienes atienden: “La India es el cuarto país más peligroso donde ser mujer”. Hay tanto por hacer que el trabajo no cesa, pero Anna se muestra confiada: “Afortunadamente se están dando cambios”.