Viajar con el perro: qué tener en cuenta para disfrutar de un feliz viaje

Al viajar con el perro, en la maleta no debe faltar la documentación, el pienso habitual y los accesorios que el can usa a diario
Por Carolina Pinedo 30 de enero de 2012
Img transportines
Imagen: fomu

Cada vez son más las personas que quieren disfrutar de los viajes con su perro durante las vacaciones. Esta tendencia es un indicador del aumento de la responsabilidad con los animales. A algunos perros les encanta viajar. No se marean y disfrutan de las excursiones con sus dueños. Otros en cambio no son buenos viajeros; se ponen nerviosos y se marean. Pero sea cual sea la actitud del animal al viajar, lo cierto es que, al salir de casa, hay que seguir unas pautas para asegurarnos un feliz viaje.

El viaje con el animal debe prepararse con antelación para evitar sorpresas. Se deben tener en cuenta detalles como en qué medio de transporte se viajará o el alojamiento adecuado para no tener problemas con nuestro perro. Otra cuestión importante son los accesorios que la mascota necesitará durante la estancia fuera de casa.

La mejor manera de asegurar un feliz viaje con el perro es organizar la salida con tiempo para evitar sorpresas

Un buen truco para no olvidar nada es hacer una lista. En ella no pueden faltar artículos como: el collar, la correa, el bozal, su juguete preferido, la cesta de dormir y su pienso habitual. Esto último es importante para evitar que, con el cambio en la dieta, el animal experimente problemas gastrointestinales y enferme durante las vacaciones.

Viajar con perros, documentos necesarios

En cuanto a los documentos que no podemos olvidar en la maleta figuran: el certificado veterinario de salud y el documento acreditativo de la vacunación antirrábica, el certificado de su identificación con microchip y la cartilla de vacunación al día. Para salir al extranjero, hay que informarse con tiempo suficiente, puesto que las normas de cada país son diferentes con respecto al permiso de entrada de nuevos animales. Algunos requieren la tarjeta sanitaria en orden, otros piden también un certificado veterinario y, los más exigentes, obligan a pasar una cuarentena en la frontera del país de destino.

Medios de transporte más adecuados para viajar con la mascota

Si se viaja en avión con el perro, es preferible no hacerlo en épocas de mucha demanda de viajeros

Si la opción elegida es el autobús, barco o tren, hay que informarse de los requisitos de la compañía. Es preferible escoger un medio de transporte distinto al avión. La razón es que ciertos medicamentos tienen efectos impredecibles a mucha altura. Por ello, es recomendable evitar el avión en el caso de perros menores de doce semanas, que estén enfermos o que sean muy nerviosos.

  • Avión

Si se viaja en avión, es preferible no hacerlo en épocas de mucha demanda de viajeros, porque redunda en una menor capacidad de la tripulación para atender al animal. Si el perro es pequeño y no excede cierto peso (alrededor de los tres kilos), puede viajar en la cabina con su dueño, en un receptáculo que a menudo tiene a disposición de los clientes la propia compañía aérea.

En el caso de que el perro sea de tamaño mediano o grande, las normas obligan a que viaje en la bodega del avión, algo que no es recomendable para los perros muy nerviosos o que se estresan con facilidad en los viajes. Por otro lado, hay que tener cuidado ya que, en ocasiones, los perros se extravían en el proceso de transporte del equipaje de los aeropuertos.

  • Autobús

En la mayoría de las compañías de autobuses no se permite viajar con perros, junto con el resto del pasaje. En algunos casos, se permite si el perro viaja en un receptáculo rígido en el maletero del autobús. Esta opción no es muy recomendable para el animal, puesto que la ventilación no es adecuada y sufrirá los zarandeos del trayecto. Incluso es posible que el perro pierda la vida o sufra un colapso debido a estas condiciones de transporte.

  • Barco

Los animales pueden viajar en barco con autorización de los responsables de la compañía y en la bodega. Se puede visitar al perro para comprobar que tiene agua y pasearlo, por lo que es una opción más recomendable que el viaje en el maletero de un autobús o en la bodega del avión, sin posibilidad de acceso al perro hasta que haya finalizado el trayecto.

  • Coche

En el coche hay que tener en cuenta ciertas normas para evitar imprevistos y accidentes, como no dejar que el perro se asome por la ventanilla porque puede contraer otitis o sufrir un accidente. Por otro lado, el animal no debe viajar encerrado en el maletero, ante el riesgo de asfixiarse. Si el perro se marea, se puede consultar con el veterinario la posibilidad de que tome un medicamento específico que le ayude a relajarse y a evitar que vomite.

En cuanto a la ubicación del perro, debe ir colocado en el asiento trasero, separado por una red o barras metálicas para evitar accidentes. Si es un cachorro que viaja por primera vez en coche, se puede llevar en brazos para evitar que se maree con los bandazos. Las paradas para descansar son importantes para ayudar a evitar mareos, nerviosismo y cansancio. El perro puede estirar las patas, hacer sus necesidades y beber agua. De esta forma, reanudará el viaje más tranquilo y podrá, incluso, echar una cabezadita.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube