Un total de 400 ejemplares de aves carroñeras catalogadas como especies en vías de extinción han muerto en la comunidad andaluza desde los años 90, lo que supone un «repunte» en este tipo de mortalidad, informó ayer la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, quien destacó la delicada situación del buitre negro.
Coves señaló que uno de los factores de riesgo principales es el uso de veneno, que en 1983 se prohibió en toda España y que supuso el inicio de la recuperación de la población de aves carroñeras, mientras que en los años 90 «se ha vuelto ha detectar un uso masivo de estos venenos en el campo, que provoca la muerte de estas aves, sobre todo del buitre negro, además de felinos como el lince ibérico».
Los principales venenos que se encuentran entre los restos de estos animales van desde la estricnina, a los herbicidas y otros venenos que se utilizan en la agricultura. La consejera apuntó que todavía hay quien cree que «con el uso de estos venenos se consigue acabar con predadores que consumen animales de caza menor, y con eso se mejora la caza, y eso no es cierto».
Programa de sensibilización
Coves ofreció estos datos durante la presentación de un programa de sensibilización y concienciación de la población sobre el águila imperial, el buitre negro y el lince ibérico, especies que están, según los registros tanto de la Unión Europea como de la Unión Internacional de la Naturaleza, en situación crítica.
«Estas tres especies se presentan conjuntamente porque tienen el mismo hábitat, el monte mediterráneo», indicó. En Andalucía existen cuatro millones de hectáreas de áreas forestales, de las que la mayoría son de bosque mediterráneo, en donde, en los últimos años, se ha producido un deterioro de este hábitat, lo que repercute en estas especies, añadió Coves, quien hizo especial hincapié en la situación del buitre negro, una especia de la que en los últimos años se han perdido unos 1.000 ejemplares en toda España, un 40% de ellos en Andalucía.
Este programa está basado en paneles didácticos e informativos y va dirigido a un sector concreto de la población, como son ganaderos, agricultores, cazadores, apicultores, pastores, y también a los niños, que visitarán zonas en donde habitan las especies mencionadas, mientras un técnico de la delegación de Medio Ambiente de la Junta les explica todo el material.
