Canadá trata de lavar su imagen de cazador de focas con una campaña

En primavera cientos de pescadores se lanzarán a la captura de miles de ejemplares nacidos este mismo año
Por EROSKI Consumer 13 de febrero de 2007

Las brutales cacerías de focas en Canadá dañan de forma significativa la imagen internacional del país norteamericano. Por eso el Gobierno canadiense está dispuesto a lanzar una campaña para que no se le identifique con esta práctica que, según los ecologistas, es cruel e innecesaria.

A principios de la primavera, cientos de pescadores acudirán a hielos flotantes del Golfo de San Lorenzo y los situados al norte de la isla de Terranova para cazar en pocos días centenares de miles de focas nacidas este mismo año.

Las campañas de Greenpeace, en el pasado, y más recientemente del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW) o de la Sociedad Protectora de Animales de EE.UU. (HSUS) han dañado económicamente al sector pesquero canadiense pero, sobre todo, la imagen de la provincia de Terranova y del conjunto del país.

El pasado jueves, la Cámara de los Comunes británica aprobó una moción que solicita a Londres prohibir la importación de productos derivados de focas y critica «la matanza (en 2006) de más de 325.000 ejemplares, la mayoría menores de tres meses de edad, sólo por su piel».

Bélgica, por su parte, se convirtió en enero en el primer país europeo que prohíbe la importación de todos los productos derivados de la caza de focas.

Desinformación

Ante esta situación, Canadá ha decidido emprender su propia campaña de relaciones públicas para dar a conocer su mensaje. Así, recientemente invitó a un grupo de periodistas europeos para explicarles que acciones como las del Parlamento belga «son erróneas» por estar basadas en desinformación, según señaló Loyola Sullivan, embajador de Canadá para la Conservación de las Pesquerías.

Sullivan señaló que Canadá ya no caza focas bebés, denominadas «whitecoats» por su pelaje blanco, desde 1987 y que los animales no son despellejados vivos como alegan algunas organizaciones ecologistas. «El 98% de las focas son cazadas de forma humanitaria», apuntó el embajador, que citó un estudio publicado en 2002 en la revista de la Asociación Veterinaria de Canadá.

Pero IFAW, que en 2001 realizó su propio estudio y concluyó que el 42% de los animales examinados «probablemente estaban conscientes cuando fueron despellejados», considera que el trabajo publicado en dicha revista está sesgado y en realidad confirma «muertes inaceptables, inhumanas y crueles».

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube