La nueva mayoría del Partido Demócrata en el Congreso estadounidense ha promovido diversas investigaciones para aclarar presiones políticas a funcionarios científicos para minimizar la amenaza del calentamiento global.
Así, y según un detallado informe presentado ante un comité investigador de la Cámara de Representantes, este tipo de presiones se han ejercido al menos sobre 150 especialistas durante los últimos cinco años, con un total de 435 incidentes, entre los que se encuentra la eliminación de menciones al cambio climático y el calentamiento global en toda clase de documentos.
Estas presiones se atribuyen a cargos políticos nombrados por la Administración Bush, que en algunos casos podrían haber actuado por encargo de la industria petrolera. Los indicios reunidos «apuntan a una campaña orquestada para engañar al público sobre el cambio climático», según el diputado Henry Waxman, presidente del comité de la Cámara Baja que está realizando estas pesquisas. Los testigos interrogados coinciden en que es imposible tomar decisiones políticas adecuadas sobre estas cuestiones si no se empieza por respetar a los investigadores que con cargo a los presupuestos federales se dedican a analizar estas cuestiones.
Por otra parte, el Congreso de Estados Unidos también ha empezado a contemplar diversas propuestas para imponer controles a las emisiones industriales de dióxido de carbono, contaminación liderada por ese país y vinculada al llamado efecto invernadero. Hasta hoy, la Casa Blanca rechaza ratificar Kyoto por considerar que amenaza la prosperidad de la mayor economía del mundo y benefician a competidores como China.
