A lo largo de toda la jornada de ayer continuaron las labores por parte de técnicos de la Generalitat Valenciana y trabajadores de la granja de Viver, en Castellón, para buscar a los cerca de 20.000 visones que se escaparon el pasado lunes de una granja al estar abiertas sus jaulas. Unos 2.000 ejemplares aparecieron muertos en los alrededores de la empresa Visones Alto Palancia, cuyo propietario señala al colectivo ecologista como posible responsable de la suelta de estos animales.
Los técnicos necesitan saber cuántos ejemplares de visones han escapado de la granja para tomar medidas, con el fin de evitar que estos animales destruyan el medio natural, puesto que el visón americano es una especie «potencialmente invasora», según explicó el veterinario de la Consellería de Medio Ambiente, Francisco Aparicio. Se calcula que alrededor de un millar de estos animales podría haber salido de la granja, aunque al parecer la mayor parte de los ejemplares liberados no ha rebasado la valla perimetral de la finca, añadió.
Tres equipos de agentes forestales de la Consejería de Medio Ambiente recorren la zona afectada, que abarca un radio de unos cuatro kilómetros en torno a la granja, ya que se calcula que un visón puede recorrer un kilómetro por día. Los técnicos han descartado la presencia de visones en el río Palancia y en la zona de las Cuevas del Sargal, lo que ha sido considerado como una buena noticia pues el río es el hábitat idóneo para estos animales.