Crían en cautividad a los primeros pollos de águila perdicera concebidos de forma natural

Hasta ahora la concepción de esta especie sólo había sido posible mediante inseminación artificial
Por EROSKI Consumer 10 de mayo de 2009

Por vez primera en el mundo se ha conseguido en la Comunidad de Madrid criar en cautividad pollos de águila perdicera concebidos de forma natural. Nunca antes había sido posible la concepción de estas aves sin recurrir a la inseminación artificial. Un equipo de expertos mantiene a los polluelos procurándoles los máximos cuidados.

Bajo la gestión del Grupo para la Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) en Majadahonda, este proyecto pretende recuperar la población de esa rapaz, que en los años 80 contaba con nueve parejas en la Comunidad de Madrid, pero que en la actualidad este número se había visto reducido a dos parejas reproductoras.

A lo largo de los últimos 10 años, este proyecto ha ido recopilando ejemplares de diversos centros de recuperación de fauna silvestre de distintas comunidades y, con el nacimiento de cuatro ejemplares, es posible afirmar que la región madrileña contará en el futuro con una población reproductora que permita reintroducir al águila perdicera en su hábitat natural.

Fue a finales de 2009 cuando se logró que una pareja completara su reproducción en cautividad. El resultado fue de tres huevos fértiles en una primera puesta, algo extraordinario en la cría en cautividad de esta especie y dos más en una segunda, habiéndose conseguido la eclosión satisfactoria de esos cuatro ejemplares. Durante los primeros 20 días, los huevos fueron incubados a una temperatura de 39 grados y posteriormente trasladados a otra incubadora a 37,3 grados, donde fue posible comprobar que el periodo de incubación hasta que el pollo rompe la membrana interna del huevo es de 38 días, con otras 24-48 horas para la eclosión total.

Incubación por contacto

El equipo de GREFA utilizó una técnica pionera en el mundo denominada «incubación por contacto». Así, los huevos no sólo son incubados sino que se les mantiene en contacto con un material que ejerce sobre ellos la misma presión que podría ejercer la pareja de adultos mientras los incuba. A medida que avanzaron las semanas se les fue reduciendo la temperatura un grado diariamente hasta que a los 15 días los ejemplares comenzaron a comer por sí solos a temperatura ambiente.

Los pollos están siendo alimentados por un muñeco que simula ser un águila adulta. Durante los próximos cuatro años, estos ejemplares formarán parte del programa de reproducción del águila perdicera con el que se prevé que en 2014 la Comunidad de Madrid pueda contar con los primeros ejemplares reintroducidos en su hábitat natural.

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