El Gobierno Vasco aprobó ayer el documento «Estrategia de Desarrollo Sostenible», un programa que pretende planificar la política ambiental vasca para los próximos veinte años (2002-2020). Este programa, pionero en España y en la Unión Europea, tiene como misión establecer las metas medioambientales a alcanzar en el País Vasco, de modo que se garantice un óptimo nivel de vida para la sociedad actual sin que se ponga en peligro el bienestar de las generaciones futuras. La mayoría de los compromisos asumidos se concretan antes del 2006, plazo que corresponde al primer periodo cuatrienal del Programa Marco Ambiental.
Según explicó el consejero de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Sabin Intxaurraga, el plan establece cinco metas: garantizar un aire, agua y suelos limpios y saludables; gestión responsable de los recursos naturales y de los residuos; protección de la naturaleza y la biodiversidad; equilibrio territorial y movilidad; y limitar la influencia del cambio climático.
A partir de estas cinco metas se estructuran los «objetivos prioritarios», entre los que se encuentran reducir las emisiones y vertidos de sustancias peligrosas y contaminantes; mejorar la calidad de aire, agua, suelos y alimentación; reducir el consumo de recursos; reducir la generación de residuos finales; conservar y proteger ecosistemas, especies y paisajes; e investigar y sensibilizar sobre la biodiversidad.
El documento enumera asimismo cinco condiciones necesarias para avanzar hacia la sostenibilidad como son integrar la variable ambiental en las otras políticas, mejorar la legislación vigente y su aplicación, incitar al mercado a actuar a favor del medio ambiente, corresponsabilizar a la ciudadanía, administración y empresas a modificar sus comportamientos, así como la investigación, desarrollo tecnológico e innovación en materia medioambiental. La «Estrategia de Desarrollo Sostenible» comenzó a elaborarse en enero de 2001, y en su redacción han participado el Gobierno Vasco, las tres diputaciones vascas y los ayuntamientos. Además, se han tenido en cuenta las aportaciones realizadas por expertos en medio ambiente, ecologistas, la Universidad del País Vasco y los agentes socioeconómicos.
