El potencial de reproducción del atún rojo se ha reducido en un 50% en los últimos 40 años

La sobrepesca intensiva de la especie es la principal razón que explica esta situación
Por EROSKI Consumer 27 de abril de 2011

El potencial de reproducción del atún rojo en el Mediterráneo y en el Atlántico oriental se ha reducido en un 50% en los últimos 40 años. Así lo afirma un estudio elaborado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que determina que la sobrepesca intensiva es la principal razón de esta situación.

La organización ha actualizado la «Lista Roja» de las especies amenazadas en el Mediterráneo y ha mostrado una «especial preocupación» por la situación del atún Rojo. El coordinador de Evaluación de Especies Marinas de UICN, Kent Carpenter, apuntó que la situación de esta especie es consecuencia de dos problemas. El primero, la «falta de cumplimiento de las cuotas actuales», mientras que el segundo es «un subregistro generalizado de la captura».

Además del atún rojo, esta lista de especies amenazadas está formada por otros 39 tipos de peces marinos que, según los ecologistas, «podrían desaparecer en los próximos años». Al menos, 12 especies de peces óseos «están en peligro de extinción debido a la degradación de la sobrepesca, el hábitat marino y la contaminación», destacaron. El oscura mero (Epinephelus marginatus), la lubina (Dicentrarchus labrax) o la merluza (Merluccius merluccius) están consideradas como «amenazadas o casi amenazadas de extinción» a nivel regional, principalmente debido a la sobrepesca.

La UICN señaló que el uso de artes de pesca, tales como líneas de pesca, redes de enmalle o de arrastre, y el uso ilegal de redes de deriva significa que se capturan cientos de animales marinos sin valor comercial. Además son una amenaza para las poblaciones de muchas especies de tiburones, rayas y otros peces, así como de otros animales marinos como delfines, ballenas, tortugas y aves. «El uso de las redes de pesca de arrastre es uno de los principales problemas para la conservación y la sostenibilidad de muchas especies marinas porque no es una técnica selectiva que captura no solo el pescado en cuestión, sino también un gran número de otras especies, al tiempo que destruye el fondo del mar, donde los peces viven, se reproducen y se alimentan», explicó Carpenter. El estudio hace hincapié en la necesidad de reforzar la regulación de la pesca, crear nuevas reservas marinas, reducir las cuotas de la contaminación y la revisión de pesca, en particular, el número de capturas permitido para las especies amenazadas.

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