Empresas españolas participan en proyectos europeos para producir hidrógeno de forma limpia y rentable

El primer autobús con pila de combustible de hidrógeno arrancará en Madrid el próximo mes de abril de 2003
Por EROSKI Consumer 13 de noviembre de 2002

La tecnología relacionada con la producción limpia de energía eléctrica utilizando hidrógeno como combustible prevé revolucionar el mercado eléctrico en los próximos años. De hecho, en el mercado Nasdaq estadounidense cotizan ya 13 fabricantes de pilas de combustible de hidrógeno. Se trata de un sistema electrolítico en el que se hace reaccionar un combustible con el oxígeno del aire.

El viernes pasado, en la presentación de la Asociación Española del Hidrógeno en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se dio a conocer un estudio que revelaba que los principales fabricantes de automóviles producirán coches con pila de combustible de hidrógeno en serie a partir del año 2010.

El uso del hidrógeno como carburante tiene entre sus principales ventajas la abundancia y que, tras su combustión, sólo produce calor y agua. El resultado es un sistema de transporte limpio y silencioso. Entre sus desventajas destacan que es un gas muy inflamable y que su utilización exige rediseñar los vehículos y, lo que parece más costoso, las infraestructuras para su distribución. Pero estos problemas no están impidiendo las inversiones en este campo. Por el momento, el Departamento de Energía de Estados Unidos se sitúa a la cabeza al destinar 29.030 millones de dólares a un programa de desarrollo de las tecnologías del hidrógeno.

Bruselas, por su parte, ha destinado a esta tecnología 130 millones de euros, que se han invertido en unos 60 proyectos, dentro de su V Programa Marco de Investigación (1999-2002). No obstante, todo apunta a que esta inversión aumentará significativamente con el VI Programa Marco (2002-2006), que prevé destinar 2.120 millones a los proyectos para el desarrollo sostenible en la Unión Europea.

En lo que a España se refiere, nuestro país participa en estos momentos en cuatro proyectos subvencionados por la UE. El más importante es CUTE (Transporte Urbano Limpio para Europa). A través de este proyecto, Madrid, Barcelona y otras ocho ciudades españolas probarán tres autobuses para transporte público propulsados por pila de combustible de hidrógeno.

El primero de los autobuses se pondrá en marcha el próximo mes de abril en Madrid, que contará con una estación de producción de hidrógeno en las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes en el barrio de Fuencarral, donde los autobuses repostarán por la noche. El hidrógeno se extraerá a partir de gas natural, a diferencia del proyecto que la petrolera británica BP tiene previsto poner en marcha en Barcelona, que pretende producir hidrógeno a partir de energía solar.

También se está planteando la posibilidad de utilizar la pila de combustible para sustituir a las turbinas en las centrales eléctricas. Así, en España, Abengoa (Grupo de empresas en las áreas de energía, telecomunicaciones, transporte y medio ambiente) ha recibido de la UE 2,5 millones de euros para financiar la mitad de un proyecto que pretende asegurar la potencia de los parques eólicos cuando falta viento.

No obstante, desde la Fundación Gas Natural ven difícil la comercialización de este tipo de centrales eléctricas, «ya que el kilovatio instalado de una central de ciclo combinado cuesta 400 euros, mientras que el de una central con pila de combustible está entre 2.000 y 2.500 euros».

Por último, señalar que las empresas españolas Isofotón, Inabensa y Chloride participan sin subvención en el proyecto europeo First para aplicar la energía solar a la recarga de teléfonos móviles y equipos de telecomunicación.

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