Bajo el lema «Stop monocascos» la organización ecologista Greenpeace ha puesto en marcha una campaña en aguas del Estrecho para denunciar la entrada de petroleros de un solo casco. Acciones similares se desarrollan también en lugares donde hay un gran tráfico de petroleros o bien actividades de desguace de barcos, como Rotterdam, India o Corea del Sur, con motivo de la entrada en vigor mañana de la normativa internacional sobre la eliminación de buques monocasco.
Greenpeace denuncia en un comunicado que pese a esta norma, muchos petroleros monocasco continúan surcando los mares. Así, de los 3.500 buques con los que cuenta la industria petrolera, unos 1.700 son monocasco, que tendrán que ser eliminados entre 2005 y 2010. La organización conservacionista estima que unos 1.119 petroleros reúnen las condiciones necesarias para ser retirados del mercado del petróleo en 2005.
Los ecologistas denuncian además que el «Exxon Valdez», el petrolero cuyo accidente en las costas de Alaska en 1989 abrió el debate sobre la peligrosidad de los monocascos, sigue navegando, ahora bajo el nombre de «Mediterranean», por el sudeste asiático.
Greenpeace demanda a la Unión Europea (UE) que tome medidas urgentes en relación con todos los monocascos que controla y que desarrolle una lista definitiva de aquellos afectados por el calendario de eliminación. Pide asimismo un compromiso inmediato de los ministros de transporte y de la Comisión Europea que garantice que la carga tóxica de los monocascos europeos no acaba en las playas asiáticas.