Investigadores estiman que la zona costera del delta del Ebro se hundirá medio metro antes de 2100

El aumento relativo del nivel del mar a causa del calentamiento global es el peligro potencial más importante para el delta
Por EROSKI Consumer 15 de junio de 2008

Las consecuencias del cambio climático serán sobre todo evidentes en las zonas costeras de los deltas, sujetas a los efectos del río, del mar o de la tierra, y a los factores atmosféricos. Así, la zona costera del delta del Ebro se hundirá 50 centímetros antes del año 2100, según un estudio recientemente publicado por investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) en la revista científica «Journal of Coastal Research», informa la Plataforma SINC.

«El estudio muestra que la zona del delta del Ebro se está hundiendo, por lo que sus playas están experimentando un ascenso relativo del nivel medio del mar, independientemente de lo que sucede en el Mediterráneo occidental», explicó Agustín Sánchez-Arcilla, autor principal de este nuevo trabajo. Debido a la morfología deltáica, el aumento relativo del nivel del mar es el peligro potencial más importante para el delta. «Aunque es pequeño cuando se compara con las actuales tasas de evolución costera, el retroceso de la línea de la orilla debido al aumento del nivel del mar debe tenerse en cuenta, dado que estas tasas actuarán como una erosión adicional en toda la costa», señaló el investigador.

Tormentas «meteorológicas»

La disminución de los períodos de retorno de las tormentas «meteorológicas» es, según el estudio, uno de los efectos más directos en el delta. Para el año 2100, el equipo de investigación de la UPC ha propuesto diversos escenarios con un aumento de hasta 50 centímetros del nivel del mar. Si bien el territorio del delta del Ebro que puede inundarse no es tan extenso como se preveía, ya que las carreteras y diques servirían como obstáculos para retener el aumento del agua, los expertos consideran que serían necesarias barreras adicionales e instalaciones de bombas de agua. No obstante, «la barrera más eficiente para contrarrestar el aumento relativo del nivel del mar es tener una línea de costa dinámica y con un volumen suficiente de sedimento», indicó Sánchez-Arcilla.

La zona costera del delta ha sido dividida para este estudio en cuatro áreas, de menor a mayor riesgo de inundación. Las que están en contacto directo con el mar, en las zonas de las dos lagunas, tienen mayor riesgo de inundación y representan entre el 17% y 27% de la superficie deltáica. Las otras dos zonas de riesgo están más protegidas gracias a «cordones» playeros, pero un aumento del nivel del mar conllevaría una situación de desequilibrio.

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