La Junta de Andalucía anuncia la construcción en Jaén de un nuevo centro para la cría de linces en cautividad

Dispondrá de 6 jaulas de entre 3.000 y 4.000 metros cuadrados para que viva cada ejemplar
Por EROSKI Consumer 4 de junio de 2004

Criar linces ibéricos en cautividad para que vivan libres por Sierra Morena es el objetivo del Centro de Recuperación de La Aliseda, que se construirá en el monte del mismo nombre en el término municipal de Santa Elena (Jaén), justo en el Parque Natural de Despeñaperros. Lo anunció Francisco Reyes, delegado de Gobierno de la Junta de Andalucía, en la clausura de las jornadas del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebraron en este mismo parque.

Reyes indicó que las obras van a comenzar en breve y que el centro estará abierto dentro de unos meses. El proyecto técnico ya está elaborado y ahora se encuentra en fase de concurso para que una empresa se quede con la obra.

Dispondrá de 6 jaulas que serán muy distintas a las del Centro El Acebuche, en pleno corazón del Parque Nacional de Doñana, el único en España que actualmente cría linces en cautividad, ya que contarán con entre 3.000 y 4.000 metros cuadrados para que viva cada lince, mientras que las de las instalaciones onubenses sólo disponen de 50 a 60 metros cuadrados. Según explica Miguel Ángel Simón, responsable del programa de conservación del lince ibérico de la Junta, las dos jaulas centrales las ocuparán dos machos, mientras que las cuatro periféricas serán para hembras. Cuando llegue el periodo de apareamiento se comunicarán las de un macho con las de una hembra. Tendrán casi 8.000 metros cuadrados para las acciones reproductoras y, una vez que la hembra esté cubierta, se cerrará el espacio para que cada uno ocupe de nuevo su jaula. Todas las acciones de los linces estarán vigiladas por un circuito cerrado de televisión.

La amplitud de las jaulas persigue el objetivo de que el lince tenga la impresión de que está en libertad en el monte de La Aliseda, para que no note cambios cuando se suelte para la vida en libertad. En estos metros cuadrados de bosque mediterráneo se introducirán también conejos vivos para que los linces aprendan a cazar y no tengan problemas de supervivencia.

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