Las riadas provocan un vertido químico en Chequia y amenazan los residuos industriales alemanes

Las crecidas de los ríos Elba y Moldava pueden causar un desastre ecológico
Por EROSKI Consumer 16 de agosto de 2002

Después de la República Checa, la riada amenaza las ciudades y pueblos de Eslovaquia, Hungría y sobre todo Alemania, donde ayer se registraron horas críticas. Extensas zonas situadas a ambos lados de las cuencas de los ríos Elba y Danubio han sido inundadas o se encuentran amenazadas por los caudales que siguen su curso hacia el mar. La situación era crítica en el Estado de Sajonia y dramática en su capital, Dresde, prácticamente sumergida por el caudal del Elba.

Pero el riesgo no sólo es por el nivel del agua, sino por lo que arrastra a su paso. A las afueras de Praga, el Moldava, afluente del Elba, inundó casi totalmente la central química de Spolana Neratovice, provocando el vertido del cloro almacenado. Más hacia el norte, parte de un dique no resistió el caudal del Elba en las cercanías de Bitterfeld, ya en Alemania, y las aguas removieron a su paso la zona donde estaban las antiguas fábricas químicas de la ex República Democrática Alemana, que en su subsuelo almacenaban residuos tóxicos sin ningún control. La población de Bitterfeld y otras ciudades cercanas han sido evacuadas aunque el Ejército alemán asegura que el agua se ha embalsado en una cantera a cielo abierto y, de momento, la situación está controlada.

Dresde, Dessau y Grimma siguen siendo las ciudades históricas más afectadas y por las que más se teme. Dresde, desde hace días inundada y donde han sido evacuadas decenas de miles de personas, veía ayer sus puentes amenazados por cinco barcos de transporte fluviales arrastrados por la corriente después de que la fuerza de las aguas cortara sus amarras en el muelle checo de Decine. Uno de los barcos ya ha sido bombardeado para intentar parar su loca navegación. El nivel del Elba en Dresde superaba los 8 metros, cuatro veces más de lo normal y todos los enfermos de los hospitales han sido trasladados a otras ciudades.

En Magdeburgo, capital del Estado federal de Sajonia-Anhalt, fue ayer declarado el estado de emergencia debido al peligro de que el Elba inunde la ciudad. Lutza Truemper, su alcalde, dijo que la riada llegará el domingo, por lo cual 20 mil personas deben abandonar antes del sábado sus hogares. Numerosas zonas de esta ciudad de 230.000 habitantes, quedarán bajo tres metros de agua.

Los daños materiales -los personales son, de momento, 13 muertos- no han podido ser evaluados en Alemania pero se dispararán a miles de millones de euros. El canciller, Gerhard Schröder, volvió ayer a apelar a la solidaridad de la población y a la cooperación entre todos los Estados federados al afirmar que en estos momentos lo que se necesita es un «esfuerzo nacional».

Berlín desembolsó ya ayer la primera parte de los cien millones de ayuda inmediata, y aunque el programa de ayudas comprende otros tantos millones en créditos blandos y 10 millones de euros de respaldo inmediato a agricultores gravemente perjudicados, el canciller reconoció que, una vez que se haga una evaluación profunda de los daños, harán falta miles de millones para la reconstrucción.

La situación comienza a ser critica también en Eslovaquia, donde el nivel del Danubio se eleva progresivamente. En su capital, Bratislavia, fue dada ayer la alarma y la orden de evacuación de su centro histórico y de los barrios más amenazados. Con igual temor se espera el aumento del caudal del Danubio en Hungría. En Budapest se teme la inundación de la zona norte de la ciudad. Las vías costeras de la ciudad han sido cerradas al trafico.

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