Proponen retirar de la atmósfera el exceso de CO2 que recalienta el planeta

Sería una medida transitoria hasta que las energías renovables sustituyeran a los combustibles fósiles
Por EROSKI Consumer 16 de junio de 2009

Las previsiones apuntan a que el mundo no va a ser capaz, a corto plazo, de recortar sus emisiones atmosféricas de dióxido de carbono (CO2) al ritmo e intensidad necesarios para limitar los peores efectos del cambio climático. Por eso es necesario tomar alguna medida con el objetivo de ganar tiempo hasta que las energías limpias y renovables se consoliden y logren sustituir definitivamente a la quema de combustibles fósiles.

Wallace S. Broecker acuñó en 1975 el término «calentamiento global» en un artículo de la revista «Science»

El prestigioso científico Wallace S. Broecker, que se encuentra en Madrid para recibir el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2008 en la categoría de Cambio Climático, afirma que la única apuesta viable en estos momentos para ganar ese preciado tiempo es retirar de la atmósfera el exceso de CO2 que recalienta el planeta.

Este catedrático de Ciencias Ambientales de la Universidad de Columbia, en Nueva York, acuñó en 1975 el término «calentamiento global» en un artículo de la revista «Science». Además, fue el primero que alertó de la pérdida de capacidad del océano para absorber CO2 atmosférico y del riesgo de acentuar así el alza de las temperaturas medias terrestres y marinas.

Dos grados, límite «catastrófico»

Broecker aboga por el «secuestro» de carbono como medida para intentar frenar el incremento de la temperatura media planetaria por debajo de los dos grados centígrados, límite considerado «catastrófico» y sin vuelta atrás. «Tendremos que secuestrar CO2 directamente de la atmósfera y enterrarlo; de lo contrario el planeta seguirá calentándose sin remedio», advierte. «Necesitamos la captura y almacenamiento de carbono porque otras fuentes no serán capaces de darnos la energía que necesitamos, especialmente porque los países en desarrollo van a usar cada vez más», insiste.

«Necesitamos la captura y almacenamiento de carbono porque otras fuentes no serán capaces de darnos la energía que necesitamos»

Respecto al coste de esta fórmula, el científico norteamericano asegura que no es más cara que la de capturar el CO2 desde la misma planta de producción. «El coste no está en capturar sino en extraer y recuperar el CO2 de allí donde lo hemos logrado atrapar. Además, las plantas de producción suelen estar cerca de las ciudades, por lo que el CO2 luego debería ser conducido al lugar donde lo vamos a enterrar. Si lo extraes de la atmósfera, lo puedes hacer justo donde lo vas a almacenar. Por eso creo que lo mejor sería colocar estos dispositivos (una especie de árbol artificial) en zonas desérticas», explica Broecker.

El investigador considera que actualmente sólo hay tres fuentes de energía que podrían satisfacer las necesidades mundiales. «Los combustibles fósiles, que hoy rigen el mundo; la energía nuclear, y la solar fotovoltaica, que es la gran esperanza del mundo. Las otras renovables son pequeñas».

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