Un proyecto científico logra reconstruir la temperatura oceánica de hace 21.000 años

El mayor enfriamiento se produjo en latitudes medias del Atlántico norte y se extendió hacia la zona del Mediterráneo
Por EROSKI Consumer 20 de enero de 2009

MARGO es el nombre de un proyecto científico que ha logrado reconstruir la temperatura oceánica global durante el último máximo glacial, hace 21.000 años. La investigación, en la que han participado dos investigadores españoles, podría ayudar a predecir con más fiabilidad el cambio climático y su magnitud.

Este trabajo supone una versión actualizada de un estudio de los 70, CLIMAP, gracias al cual ya se obtuvieron mapas de temperatura del mar, pero sólo siguiendo un método y no seis como esta vez, según detalló Antoni Rosell, investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y uno de los promotores de este proyecto. «Uno de los retos actuales más importantes en las ciencias del clima es poder predecir el cambio climático y para ello necesitamos modelos climáticos fiables», aseguró.

Para llevar a cabo este estudio, con participación de 52 investigadores de todo el mundo, se acotó el periodo de análisis entre los años 23.000 y 19.000 antes de nuestra era y se compilaron 696 medidas de la temperatura de la superficie de los océanos a partir de sedimentos encontrados en las profundidades y los restos de fósiles que contenían. De los seis métodos o técnicas utilizadas para obtener estas mediciones, cuatro se basan en principios ecológicos y en el estudio de los caparazones de organismos marinos microscópicos, y dos en principios geoquímicos, por ejemplo a partir de moléculas orgánicas producidas por algas unicelulares.

Variaciones este-oeste

El clima en el periodo máximo glacial se caracterizó por grandes variaciones de temperaturas este-oeste en las latitudes tropicales y en el Atlántico norte «muy diferentes a las actuales», según los científicos. Este nuevo trabajo demuestra que la cubierta de hielo que ocupaba gran parte del Mar del Norte en este periodo no era permanente, como aseguraba CLIMAP, sino que se fundía durante la estación más cálida, lo que permitía el intercambio de calor entre el océano y la atmósfera, favoreciendo un mayor índice de humedad y el crecimiento y mantenimiento de grandes casquetes polares en Europa y Norteamérica.

MARGO ha determinado que el mayor enfriamiento (más de -10 grados) se produjo en la latitud mediana del Atlántico Norte y se extendió hacia la zona del Mediterráneo (-6 grados). Sin embargo, el enfriamiento creó un gradiente de temperaturas longitudinal (este-oeste) inverso al reconstruido por CLIMAP. Con respecto al enfriamiento de los trópicos, el proyecto desvela que fue más extenso y más heterogéneo de lo que se creía, siendo más acusado en el Atlántico que en el Índico y el Pacífico.

Así, las corrientes subtropicales del océano Atlántico experimentaron un ligero enfriamiento en la zona central, mientras que en el Pacífico las corrientes subtropicales del norte y del sur probablemente eran más calientes que hoy en día (entre uno y dos grados). Los investigadores también han concluido que en el océano Antártico se produjo un desplazamiento del frente polar hacia al norte, produciéndose un enfriamiento de entre -2 y -6 grados respeto a las temperaturas actuales.

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