La nueva Ley de Conservación de la Fauna Silvestre en los Parques Zoológicos, que acaba de superar el trámite del Senado y estará en vigor en unos meses, pretende acabar con la actual falta de regulación española en los zoos. Apoyados en un turismo garantizado y masivo, en España han crecido como en ningún sitio de Europa los parques zoológicos, sobre todo acuáticos. La nueva ley regulará que en los zoos prevalezcan los programas educativos y de investigación sobre la visita de turistas.
Para la vocal de la Sociedad Mundial para la Protección Animal, Carmen Méndez, en muchos casos los animales que se muestran son no reinsertables y dan un espectáculo poco educativo. Las condiciones y la viabilidad de los zoos españoles son muy dispares. Algunos reciben grandes avalanchas de visitantes. Otros están en un estado lamentable por la falta de medios para mantenerlos.
Según el portavoz de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (ADENA), Miguel Ángel Valladares, responsable hace diez años del único informe sobre parques zoológicos realizado en España, los cálculos del amplio ramillete de organizaciones de defensa ambiental consultadas calculan que, con la ley en la mano, deberán cerrar entre el 40% y el 80% de estas instalaciones. Todas ellas, anuncian una labor inspectora propia para exigir cierres en caso necesario. Pero los mismos ambientalistas reconocen el gran esfuerzo de muchos zoológicos por modernizarse. La mayoría se han ‘globalizado’ en las grandes sociedades que han remozado sus instalaciones, creado completas páginas web, y desarrollado programas de investigación y visitas educativas. «De los que no cumplen la nueva normativa, el 70% u 80% podrá adaptarse», admite Alberto Díez, mientras desde la patronal insisten en que «ya se está trabajando más en investigación que en el aspecto lúdico».
La nueva ley también contempla la creación de los centros de rescate, lugares a los que trasladar a los animales que se encuentren en los zoos que serán cerrados.
