Cómo reutilizar y reciclar un ordenador

La reutilización y el reciclaje de los ordenadores benefician al medio ambiente y al bolsillo de los consumidores
Por Alex Fernández Muerza 31 de enero de 2013
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Imagen: Bruno Cordioli

La reutilización de ordenadores ahorra dinero a sus usuarios, reduce su impacto ambiental y permite proyectos de ayuda a colectivos desfavorecidos y países en vías de desarrollo. Y cuando estos equipos informáticos se convierten en un residuo, su reciclaje evita que sus materiales nocivos perjudiquen al medio ambiente y disminuye la extracción de materias primas. Este artículo detalla por qué hay que reutilizar y reciclar los ordenadores, cómo hacerlo bien y qué más pueden hacer los consumidores en este sentido.

Por qué hay que reutilizar y reciclar los ordenadores

Los ordenadores llevan sustancias que, si no se gestionan bien, perjudican al medio ambiente y la salud. Tal es así que en 2006 la Unión Europea (UE) prohibía comercializar en sus Estados miembros ordenadores y cualquier otro aparato electrónico que llevara cadmio, cromo, mercurio y plomo. Las baterías de los portátiles o la pila interna del ordenador tienen metales pesados como el níquel o el litio, sin olvidar los antiguos monitores de tubo catódico, con pantallas de fósforo. Algunos de estos materiales, una vez recuperados de forma adecuada, pueden servir para hacer nuevos productos.

La chatarra electrónica crece en el mundo entre un 16% y un 28% cada cinco años, según la ONU
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), como el de ordenadores, son cada vez mayores. En España, las familias consumen 567 millones de kilos anuales de nuevos aparatos eléctricos y electrónicos de todo tipo y se estima que deberían reciclarse unos 369 millones de kilos cada año, según datos de Ecolec, una fundación que gestiona su recuperación y reciclaje. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señalaba en 2010 que la chatarra electrónica crece en el mundo entre un 16% y un 28% cada cinco años.

La UE, consciente de las consecuencias ambientales y económicas de no tratar de forma adecuada estos residuos, aprueba leyes cada vez más exigentes para sus Estados miembros. Sus responsables insisten en la prioridad de reducir el volumen de residuos, después en reutilizar al máximo y, cuando ya no se pueda, reciclar los productos usados. La lucha contra el fraude, como el traslado ilegal de estos residuos a países de fuera de la UE, es un motivo de preocupación creciente para las instituciones.

Reutilizar y reciclar ordenadores: cómo hacerlo bien

La reutilización de los ordenadores alarga su vida y el medio ambiente y el bolsillo lo agradecen. Un equipo no válido para una persona puede ser aprovechado por otra que no necesite estar a la última.

Antes de ofrecérselos a un amigo o familiar, los viejos ordenadores pueden lograr una segunda vida utilizados de otra forma, según explican en la web FayerWayer: como ordenador para niños, como centro multimedia, como HotSpot o como teléfono VoIP. Para los seguidores del software libre, el proyecto Linux Terminal Server (LTSP) propone aprovechar ordenadores antiguos conectados a un equipo con mayores prestaciones que cargue con los trabajos más potentes.

Otra opción consiste en entregarlo a organizaciones especializadas en reutilizar aparatos electrónicos y electrodomésticos. La cooperativa Ekorrepara genera puestos de trabajo para personas con dificultades de inserción laboral mediante la reutilización de dichos productos. Tras limpiarlos y asegurarse de que funcionan, sus responsables los ponen a la venta a precios muy asequibles: se pueden encontrar equipos informáticos entre 100 y 140 euros.

Diversas ONG distribuyen ordenadores usados entre colectivos desfavorecidos en España y en países en vías de desarrollo: Fundación Bip-bip, TeSo – Telecomunicaciones Solidarias, Asociación Informática Abierta, Nuevas Tecnologías para África, Ingeniería Sin Fronteras, Ádeo Conexia, Ordenadores Sin Fronteras, etc.

Los responsables de estas iniciativas recuerdan que los ordenadores deben tener bien sus componentes y unos requisitos técnicos mínimos. Desde la Fundación Bip-Bip advierten de que entregar material obsoleto a las ONG es una «puerta falsa» para las empresas que incumplen las leyes. Antes de dar un equipo usado, su usuario debería asegurarse de borrar todos sus datos personales.

Cuando el ordenador ya no puede reutilizarse, es la hora del reciclaje. Los consumidores tienen varias opciones, como depositarlo en un Punto Limpio o entregarlo en el comercio donde compra uno nuevo equivalente. Los productores (fabricantes e importadores) cuentan con los Sistemas Integrados de Gestión (SIG), como el de la Fundación Ecofimática o el de la Plataforma Europea de Reciclaje (ERP). Con ellos se aseguran el cumplimiento de la legislación que les obliga a responsabilizarse de los aparatos cuando se convierten en residuos.

Qué más pueden hacer los consumidores

Además de reutilizar y reciclar, los consumidores pueden seguir unos consejos para reducir el impacto medioambiental de sus equipos informáticos.

En la actualidad hay una gran variedad de dispositivos (ordenadores de sobremesa, portátiles, tabletas, libros electrónicos, etc.) Antes de comprar uno, hay que pensar qué utilidad se le dará, para no adquirir elementos superfluos, que gasten más energía de la necesaria o que no se tenga intención de usar. Además, es conveniente conocer su consumo energético, de qué materiales está hecho o la política ambiental del fabricante. De esta manera se podrá elegir entre los modelos más eficientes y respetuosos con el entorno.

Si no utilizará el ordenador en un tiempo, conviene apagarlo, o al menos el monitor, así como los periféricos.

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