Coches híbridos, las posibilidades aumentan

Los coches híbridos ya no solo utilizan gasolina y batería eléctrica, sino también nuevos sistemas de propulsión
Por Alex Fernández Muerza 23 de mayo de 2013
Img hibrido
Imagen: Peter PZ

Hace unos años parecían una excentricidad, pero en la actualidad millones de coches híbridos circulan por las carreteras de todo el mundo. Los automóviles con motor de gasolina y eléctrico son el modelo híbrido más conocido. Pero ya no es el único. Los principales fabricantes comercializan o prueban vehículos que combinan todo tipo de sistemas de propulsión y recarga: conectables a la red, diésel, gas, aire comprimido, hidrógeno o paneles solares. El objetivo es desarrollar coches menos contaminantes y con un menor consumo de combustible convencional. Este artículo explica cómo son los principales modelos de turismos híbridos.

Coches híbridos de gasolina

El Prius de Toyota fue el primer vehículo híbrido fabricado en serie. Lanzado en el mercado japonés en 1997, hoy en día va por su tercera generación y ha vendido millones de unidades en todo el mundo. Otras grandes compañías, como Honda, Ford, Nissan, Lexus, Mercedes o Chevrolet, también comercializan sus propios modelos híbridos de gasolina.

Los híbridos ahorran hasta el 80% del combustible en ciudad y 40% en carretera
La mayoría de los híbridos se basa en un motor de gasolina y en unas baterías que almacenan la electricidad generada en el frenado, y que se aprovecha después en algún momento de la conducción. Un sistema automático decide cuándo utilizar una u otra propulsión de la manera más eficiente. No obstante, los distintos fabricantes han mejorado y diseñado diferentes versiones de esta idea.

Los usuarios de estos vehículos ahorran hasta el 80% del combustible en ciudad y 40% en carretera. Las emisiones por tráfico rodado, una de las principales causas de la contaminación urbana en la actualidad, se reducen. Los coches híbridos se consideran el sistema de transición hacia los vehículos eléctricos, cuando estos logren la competitividad suficiente para su generalización

Coches híbridos conectables

Los coches híbridos conectables (PHEV) se pueden recargar de electricidad en la red, a diferencia de los híbridos convencionales. Empresas como Toyota, Ford o Chevrolet han creado versiones conectables de sus modelos híbridos convencionales.

Los PHEV también se presentan como una oportunidad para extender las energías renovables entre los ciudadanos. Gracias a la tecnología V2G, las baterías de estos vehículos se podrían aprovechar para almacenar la energía generada por placas solares o un mini generador eólico en el hogar de su usuario.

Coches híbridos diésel

Los coches híbridos diésel aprovechan las ventajas conjuntas del menor gasto de este tipo de motores y la propulsión eléctrica. Aunque el precio del gasóleo ha aumentado, el menor consumo de los motores diésel hace que todavía sean interesantes para quienes recorren muchos kilómetros.

Los sistemas híbridos diésel son más complejos y caros de fabricar que los híbridos de gasolina. Por ello, los fabricantes han tardado más tiempo en sacar a la venta modelos al mercado. No obstante, compañías como Peugeot, Mercedes o Volvo comercializan este tipo de vehículos.

Coches híbridos a gas

El gas en diversas formas se utiliza como combustible para automoción. El gas licuado del petróleo (GLP) o autogás es el combustible líquido alternativo más utilizado del mundo. Mezcla de un 60% de gas natural y un 40% del refino del petróleo, es menos contaminante, más económico (puede ahorrar entre un 35% y un 40%) y seguro que la gasolina convencional. En varios países de Europa este sistema mueve a millones de vehículos.

El gas natural comprimido (GNC), o gas natural vehicular (GNV), proporciona un ahorro medio de más del 28% en euro/km respecto al gasoil, un menor mantenimiento y una mayor vida útil que los motores convencionales.

Empresas como Toyota, Honda, Hyundai o Kia han lanzado al mercado diversos modelos de híbrido con alguno de estos sistemas de gas.

Coches híbridos de aire comprimido

El aire comprimido permite la fabricación de vehículos más sencillos y económicos que los propulsados por gasolina o gasoil.

Algunos fabricantes, como la francesa MDI o la india Tata comercializan diversos modelos de coches de aire comprimido. En el reciente Salón del automóvil de Ginebra, el grupo PSA (Peugeot Citröen) anunciaba que trabaja en un modelo híbrido de gasolina y aire comprimido basado en su tecnología «Hybrid Air». Sus responsables aseguran que comercializarán los primeros turismos en 2016, con un consumo un tercio menor que el de un gasolina equivalente.

Coches híbridos de hidrógeno

Los vehículos de hidrógeno se basan en las pilas de combustible, que utilizan dicho gas como sistema de almacenamiento energético. Además de ser un elemento abundante y limpio (no emite CO2 en su utilización), el hidrógeno es el compañero idóneo de las fuentes renovables, al ser un vector que almacena y transporta la energía.

Las pilas de combustible todavía no se han generalizado, al ser caras y necesitar mucho tiempo de recarga. No obstante, la tecnología avanza y parece cuestión de tiempo que sea una realidad en los próximos años. Compañías como Audi o Mazda han creado modelos híbridos de gasolina con célula de combustible.

Coches híbridos solares

Los paneles fotovoltaicos son un 80% más baratos que hace cinco años, y se investiga en nuevos materiales para lograr células de bajo coste y que incluso se puedan extender sobre cualquier superficie a modo de pintura. Los coches solares, todavía en fase de prototipo, se aprovechan de estos avances para mejorar sus prestaciones.

Algunas empresas incorporan paneles solares a vehículos a motor como fuente complementaria. Es el caso de la empresa Solar Electrical Vehicles, que añade células fotovoltaicas a los techos de vehículos híbridos de Toyota o Ford.

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