Las diez maravillas naturales de la España rural

La España rural posee espacios naturales que todos los ciudadanos deberían conocer para disfrutar de ellos y ayudar a conservarlos
Por Alex Fernández Muerza 12 de diciembre de 2013
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Imagen: Xoan de Pez

Uno de los bienes más preciados de un país son sus zonas rurales con sus ecosistemas, espacios naturales protegidos, biodiversidad, producción agraria, cultura, gastronomía, gentes. Conocerlas puede convertirse en un buen plan y, de paso, un incentivo para protegerlas. Para empezar con las más representativas, unas encuestas realizadas entre miles de viajeros señalan cuáles son las maravillas rurales más populares de España. Este artículo selecciona y explica los diez espacios naturales ubicados en áreas rurales españolas más destacados.

Maravillas rurales de España

España posee una enorme riqueza natural en sus zonas rurales que ningún ciudadano debería perderse. Así lo dejan en evidencia las encuestas realizadas por la página web Top Rural entre miles de viajeros. En ellas se señalan diversas maravillas rurales repartidas por toda la geografía española, de las que cabe destacar, en orden alfabético, los siguientes espacios naturales:

España posee una enorme riqueza natural en sus zonas rurales que ningún ciudadano debería perderse
1. Castro de A Baroña (A Coruña). Los visitantes que llegan a este antiguo asentamiento celta no solo disfrutan de uno de los mejor conservados de Galicia. Ubicado en el municipio de Puerto del Son, a orillas de la Ría de Muros y Noia, en la península del Barbanza, ofrece un bello enclave marítimo que recuerda la integración de los antiguos pueblos con la naturaleza.

2. Ciudad Encantada (Cuenca). Este paraje natural, cerca de la localidad de Valdecabras, fue declarado en 1929 «Sitio Natural de Interés Nacional», y se encuentra a una altitud de 1.500 metros. La combinación del agua, el viento y el hielo a lo largo de millones de años ha producido unas peculiares esculturas naturales con diversas formas. El río Júcar, a su paso entre Uña y Villalba de la Sierra, forma un gigantesco e impresionante cañón digno de ver, al igual que la vegetación de la zona o sus rebaños de ovejas.

3. Nacimiento del Río Mundo (Albacete). Mundo es el principal afluente del Segura, que nace entre los municipios de Vianos y Riopar, en la Sierra de Alcaraz. En 2005 su entorno se declaró Parque Natural. Su catarata y su profunda cueva conjugan un atractivo natural conocido como «Los Chorros del río Mundo».

4. Picos de Europa (Asturias, Cantabria y León). Este Parque Nacional y Reserva de la Biosfera se distribuye por varias provincias de la Cordillera Cantábrica. Presentan la mayor formación caliza de la Europa Atlántica, con importantes procesos cársticos, simas que llegan a los mil metros, erosión glaciar muy patente y presencia de lagos. Entre sus parajes más conocidos se encuentran los lagos glaciares de Enol y La Ercina, el desfiladero del Cares y el Naranjo del Bulnes o pico Urriellu.

5. San Juan de Gaztelugatxe (Bizkaia). Este islote, frente a la localidad de Bermeo, se une a la tierra por un istmo artificial apoyado en dos grandes arcos. En su cumbre hay una ermita a la que se puede acceder tras subir un intrincado camino elevado de 231 escalones. Desde su cima se puede admirar una bella combinación entre el verde paisaje de los montes vascos y la bravura del mar Cantábrico.

6. Selva de Irati (Navarra). Ubicada en los valles pirenaicos de Aezkoa y Salazar, posee «uno de los mejores hayedo-abetales de Europa. Un paisaje precioso y espectacular en otoño, cuando el dorado de las hojas del haya se mezcla con el verdor del abeto blanco. Es, además, el hogar de especies como el corzo, el gato montés, el jabalí o el ciervo», según Mónica Parrilla, técnica de la campaña de Bosques de Greenpeace España.

7. Sierra de Albarracín (Teruel). Es una de las zonas más elevadas del Sistema Ibérico. Además de su característica ciudad medieval, adaptada a la orografía del lugar, ofrece una gran variedad de espacios naturales destacables, como lagos, parques o ríos.

8. Valle de Arán (Lleida). Según Raúl de la Calle, secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales de España, sus montañas están cubiertas de bosques. En las zonas de menor altitud crecen pinos silvestres y hayas, mientras que en las más altas se ubican los abetos y los pinos negros.

9. Valle de Ordesa (Huesca). Está ubicado dentro del Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido. El visitante encontrará un paisaje de grandes contrastes: la extrema aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, que contrasta con los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas y atraviesa cañones y barrancos.

10. Valle del Jerte (Cáceres). Dos cadenas montañosas dentro del macizo de Gredos dan forma a este valle. Sus paisajes y escarpadas cumbres nevadas en invierno compiten en belleza con la eclosión primaveral de sus flores y sus conocidas cerezas. En 1973 se le declaró «Patrimonio Histórico de España».

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