España acaba con su propio pescado

Nuestro país depende desde el 12 de junio del pescado exterior, según un estudio que evidencia la sobreexplotación de los recursos propios
Por Alex Fernández Muerza 26 de junio de 2014
Img barco pesca hd
Imagen: Cuxclipper

Si el consumo de pescado se dispusiera a lo largo de un año, España se quedaría sin las reservas de sus aguas nacionales el 11 de junio. A partir de ahí y hasta el 31 de diciembre dependería de las capturas realizadas en el exterior. Es una de las conclusiones de un reciente estudio que quiere dejar en evidencia la sobreexplotación de los recursos marinos en la Unión Europea (UE). Este artículo explica que nuestro país ya no tiene pescado propio, las medidas para reducir la sobrepesca y el valor creciente de la acuicultura.

España ya no tiene pescado propio

España comenzó a depender del pescado exterior el 12 de junio. Así lo señala el informe «Fish dependence 2014» (Dependencia del pescado 2014), publicado por la organización con sede en Londres New Economics Foundation (NEF), cuyo responsable de estudios ambientales es el español Aniol Esteban. De esta forma tan gráfica, una especie de huella ecológica de la pesca, este trabajo quiere dejar en evidencia la sobreexplotación de los recursos marinos. Sus autores analizan desde 2010 los niveles de autosuficiencia y dependencia pesquera de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE). Para el conjunto de los europeos, la dependencia del exterior comenzará el 12 de julio.

España es el segundo consumidor de pescado de la UE, con 42,9 kilos por persona y año
El estudio, que cita estadísticas de la FAO de 2012, asegura también que nuestro país es el segundo consumidor de pescado de la UE: cada ciudadano consume de media 42,9 kilos anuales, solo por detrás de Portugal, con 61,1 kilos. La media en la UE es de 23 kilos por persona y año, mientras que a nivel mundial es de 18,5 kilos/año.

No obstante, la dependencia europea y española ha mejorado ligeramente en los últimos años. Por ejemplo, en 2007 las reservas en el caso español se habrían terminado el 8 de mayo, mientras que en el caso europeo la fecha límite se colocaba el 2 de julio.

Desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), se señala que desde hace varios años España aplica una política restrictiva al crecimiento de la flota. «En los últimos 15 años el número de buques se ha reducido en más del 42% (31% en medidas de volumen de la flota o GT). La flota española se ha adaptado a los recursos disponibles, de forma que en muy pocos años más explotará todos sus recursos en niveles cercanos o iguales al rendimiento máximo sostenible», asegura su secretario general de Pesca, Carlos Domínguez.

En cuanto al origen del pescado capturado en el exterior, el responsable del MAGRAMA asegura que la mayoría procede de fuentes «sostenibles, porque la reglamentación de la UE es muy estricta para controlar que no accede a nuestro mercado ni un solo kilo procedente de pesca legal, no regulada y no reglamentada».

Medidas para reducir la sobrepesca

La reducción de la sobrepesca es crucial para reducir esta situación de dependencia del exterior y, en definitiva, de insostenibilidad del consumo de los recursos pesqueros en la UE. El estudio de la NEF estima que si se recuperasen 43 de los más de 150 caladeros del noreste Atlántico, la autosuficiencia de los países miembros aumentaría en 85 días, hasta el 4 de octubre. Dinamarca, Finlandia, Suecia y Reino Unido podrían ser incluso autosuficientes todo el año. En el caso de España, la dependencia se reduciría en 50 días, comenzando a partir del 31 de julio. No obstante, los autores del estudio recuerdan que no han utilizado datos del Mediterráneo, donde las capturas «se han reducido sustancialmente en las últimas décadas».

La conservación y recuperación de las poblaciones de peces sobreexplotadas en la UE tendría además unos claros beneficios económicos. En otro estudio de la NEF, «No Catch Investment» (Inversión en no realizar capturas), se estima que restaurar los stocks de pesca comerciales en la UE a su rendimiento máximo sostenible (RMS) podría generar más de 3.000 millones de euros en valor de capturas adicionales por año. «Se podrían crear hasta 100.000 puestos de trabajo, de los que 35.000 serían empleos directos en el sector pesquero. Para ello habría que dejar a partir de hoy de pescar en las zonas sobreexplotadas. En cuatro años las capturas de pescado de la UE serían mayores y más sostenibles. En diez años el volumen de capturas sería casi el triple del actual», según Esteban.

Además de la reducción de las capturas, los expertos en pesca sostenible señalan otras medidas necesarias para evitar la sobreexplotación de los recursos pesqueros: reclamar más información para conocer y exigir productos de calidad sostenibles; consumir productos con certificado ecológico, como el sello MSC; mejorar el etiquetado de los productos para que los consumidores conozcan su origen; apoyar la pesca artesana y local, normalmente sostenible; hacer cumplir la normativa para evitar la pesca ilegal; gestionar las pesquerías con criterios científicos para conocer su estado real; y pensar a largo plazo, para garantizar el futuro de la pesca.

El valor creciente de la acuicultura

El estudio de la NEF también muestra que sin la acuicultura, o cría controlada de especies acuáticas, la dependencia española del exterior sería aún mayor. Si se eliminase este método de producción pesquera, la autosuficiencia de España acabaría el 10 de abril, dos meses antes. En el caso de la UE, la fecha de comienzo de la dependencia sin acuicultura comenzaría el 25 de mayo. España es el primer productor de acuicultura de la UE, con el 22% del total y 274.000 toneladas, según cifras de Eurostat de 2011.

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