La Dirección General de Tráfico (DGT) estudia, de cara al proyecto de reforma del procedimiento sancionador en materia de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, dejar sin vehículo a los conductores reincidentes por alcoholemia u otros delitos contra la seguridad. El director de la DGT, Pere Navarro, recordó la semana pasada que esto ya ocurre en algunos países europeos.
Con la entrada en vigor, el pasado 2 de diciembre, de la reforma del Código Penal, se ha constatado que el alcohol es el mayor problema en la conducción. Según datos de Tráfico, un 98% de las negligencias al volante son por superar los niveles de alcohol en sangre permitidos, mientras que sólo un 2% responde a infracciones del límite de velocidad.
Problema de alcoholismo
El problema del alcohol se está presentando «de forma machacona», según Navarro. No obstante, destacó que el número de test positivos también se ha reducido a la mitad, aunque existe un problema de alcoholismo, «gente enferma que va a necesitar ayuda». Además añadió que el papel de la DGT es sacar a estas personas de la carretera. Así explicó que el organismo que dirige desde el pasado mes de diciembre ha incrementado los controles de alcoholemia de 2,4 a 4 millones y que desde entonces «los positivos se han reducido a la mitad».
Las autoridades de Tráfico han incrementado los controles de alcoholemia desde el pasado mes de diciembre
Navarro recordó que al primer conductor al que se le retiró el carné de conducir tras la implantación del sistema por puntos presumió ante los medios de comunicación de seguir teniendo las llaves de su coche. Ante actitudes así, habrá que requisar el vehículo como «último escalón» del procedimiento sancionador, afirmó el responsable de la DGT.
Además, este organismo prevé potenciar los planes municipales de seguridad vial, puesto que es en este ámbito donde surgen más problemas relacionados con atropellos, respeto a los semáforos o ciclomotores. A su juicio, se trata «de civismo, de convivencia y de pensar en los demás».
