Conducir con un gramo de alcohol por litro de sangre o exceder en más de 50 kilómetros el límite de velocidad se considera hoy por hoy por los tribunales una falta. Pero por poco tiempo. El Ministerio de Justicia quiere que ambos comportamientos pasen a considerarse delito, y por tanto se sancionen con penas más duras que una multa. Es una medida que se venía demandando con reiteración desde la Dirección General de Tráfico (DGT) y que se hará realidad en esta legislatura.
Así lo expresó ayer el titular de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, quien en un encuentro con la prensa dentro del foro de la Nueva Sociedad anticipaba la intención de su departamento de introducir los cambios necesarios en el Código Penal en la presente legislatura.
AEA advierte que unos 60.000 conductores irán a cárcel con los nuevos límites
En nuestras carreteras «hay una mortalidad insufrible», admitía López Aguilar al proponer un cambio que busca proporcionar «seguridad jurídica» y dar «relevancia penal a la mala conducción». Se refería el ministro al «escarnio» que suponen las elevadas cifras de mortalidad en las vías, una sangría que se ha de atajar con medidas como las propuestas para paliar «esa fuente de dolor y consternación que es la carretera durante los fines de semana».
Según López Aguilar, no se puede considerar accidente a lo que es fruto de la conducción temeraria. «No llamemos accidentes -dijo- a lo que son desgraciadas consecuencias de una conducta dolosa y, por tanto, meramente delictiva, de imprudencia temeraria del conductor que no observó las reglas elementales de respeto a la propia vida y la de los demás».
Penas de cárcel
Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha calculado que cerca de 60.000 conductores irían a la cárcel cada año por incumplir estos límites de velocidad y alcoholemia. Según la propuesta del Gobierno, superar con mucho el límite de la vía y alcanzar una tasa de alcohol de un gramo por litro de sangre serán considerados delitos, y por tanto sancionables con penas de cárcel.
Los datos de AEA indican que en 2004 la DGT formuló 2.568.428 denuncias en las carreteras españolas, excluyendo País Vasco y Cataluña, de las cuales un 25% eran por excesos de velocidad; un 3% por alcoholemia y 8% por infracciones relativas al permiso de conducir. Del total de conductores que se excedieron en los límites de velocidad, sólo el 2% superaba el límite propuesto ahora por la DGT como merecedor de una pena de cárcel, es decir, que por esta infracción entrarían en prisión 12.840 personas, informó la organización en un comunicado.
Respecto de los conductores que pudieron superar en un gramo la tasa de alcohol, AEA estima que en esta situación se encontraban uno de cada tres conductores, es decir, 23.121 personas. Y en cuanto al carné suspendido o retirado, 23.021 conductores se hallaban en esta situación, lo que representa el 11,2% del total de denuncias referidas al permiso de conducir.
