Dentro de ocho meses los radares de las carreteras serán sustituidos por sistemas automáticos de detección y registro de las infracciones. Su gestión se hará desde el Centro Nacional de Tratamiento de Denuncias Automáticas, que se creará gracias a una inversión de 45 millones de euros, según anunció ayer el presidente del Gobierno.
José Luis R. Zapatero explicó que estos sistemas funcionan ya en el Reino Unido, Holanda y Francia, donde los centros de detección se han ubicado en ciudades intermedias para contribuir a la descentralización y aprovechar sus potencialidades frente a los grandes núcleos urbanos.
Los nuevos aparatos que se instalarán en las vías son capaces de controlar desde la velocidad media en tramos de carretera, hasta la distancia de seguridad entre vehículos o el respeto de los conductores a los semáforos o las señales de «stop». Una vez detectada la infracción, el sistema dará cuenta de ella de manera inmediata, por fibra óptica o GPRS, al Centro de Denuncias Automáticas.
Los radares funcionan continuamente, pero los datos de las infracciones que detectan tienen que ser después supervisados por un funcionario para tramitar la oportuna denuncia, y eso, actualmente, no se hace de forma continua. Con el nuevo sistema todos esos datos llegarán rápidamente a dicho centro y la denuncia será tramitada automáticamente, agilizando considerablemente el proceso.
«Los conductores han de saber que en un plazo de ocho meses, la más avanzada tecnología vigilará el cumplimiento de la normativa de tráfico y aquellos o aquellas que cometan una infracción tendrán una denuncia automática que quedará registrada en el más avanzado sistema informático del nuevo Centro Nacional de Denuncias Automáticas», dijo el presidente.
La previsión es que este centro, que estará ubicado en León, tenga capacidad en los primeros 18 meses de funcionamiento de detectar y registrar tres millones de denuncias, y que cuando opere a pleno rendimiento alcance la cifra de cuatro millones al año.
