Alrededor de dos millones de españoles sufren artrosis, la dolencia reumática más frecuente

Los pacientes sufren importantes efectos adversos de la medicación que la combate
Por EROSKI Consumer 17 de febrero de 2002

Casi siete millones de españoles adultos sufren enfermedades reumáticas, lo que supone un 22,6% de la población de nuestro país. La artrosis es la patología más frecuente dentro de este grupo, y suele afectar en mayor o menor medida a todas las personas de más de 55 ó 60 años, especialmente mujeres. Unos dos millones de personas están afectada en el país por la artrosis. Dolor, rigidez, inflamación de las articulaciones y limitación de movilidad, síntomas propios de la artrosis, son los responsables del 30,8% de las incapacidades laborales de España.

La artrosis es una degeneración de las articulaciones móviles que afecta al cartílago y al hueso y que generalmente está causada por el exceso de uso, como una bisagra, de tal forma que un jugador de balonmano tiene más posibilidades de padecer artrosis en el hombro, o un jugador de fútbol en la rodilla. La obesidad es otro factor agravante, ya que el cuerpo tiene que soportar un sobrepeso que le causa, a la larga, daños en la cadera y las rodillas. En el encuentro sobre «Artrosis, calidad de vida del paciente» celebrado en Tarragona, el jefe clínico del Servicio de Reumatología del Hospital San Pablo de Barcelona, Arturo Rodríguez de la Serna, explicó que uno de los principales inconvenientes de la artrosis es que no se puede descubrir en su fase inicial. Al principio la enfermedad sólo afecta a un cartílago que no tiene terminaciones nerviosas, por lo que es indolora para quien lo padece. Sólo cuando se extiende al hueso de la articulación aparecen el dolor y los demás síntomas, lo que hace imposible una prevención inicial.

Efectos secundarios

Sin embargo, las molestias de esta enfermedad no se deben sólo a la sintomatología propia. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), fármacos con los que se trata la artrosis, solucionan un problema pero hacen surgir otro nuevo debido a una excesiva agresividad gastrointestinal. Es decir, que alivian el dolor y la inflamación propios de la artrosis, pero los efectos secundarios destruyen la mucosa del estómago, causando numerosas molestias -dolor estomacal, nauseas, vómitos, ardor, pesadez – y, en numerosas ocasiones, trastornos más graves como úlceras o hemorragias digestivas.

Este hecho tiene numerosas consecuencias, como la necesidad de tomar, además de los antiinflamatorios, medicamentos destinados a la protección de la mucosa gástrica, lo que eleva de forma significativa el coste económico y las incomodidades del tratamiento. Por otro lado, el miedo por parte de los médicos a los efectos secundarios mencionados, les lleva, en algunas ocasiones, a recetar analgésicos y antiinflamatorios muy por debajo de las dosis máximas recomendadas. Esto, por un lado, no es suficiente para aliviar las molestias, y, por otro, puede causar mayores complicaciones.

Nuevas fórmulas

No obstante, una nueva generación de fármacos denominados coxibs está demostrando una buena respuesta como antiinflamatorio, con el valor añadido de que no produce efectos secundarios gastrointestinales. Según el estudio Vicoxx, dirigido a determinar las ventajas e inconvenientes de esta nueva forma de tratar la artrosis, más del 80% de los pacientes y de los médicos ha mostrado un mayor grado de satisfacción tras probar los coxibs, y ha percibido una mejoría en el estado de salud global del paciente tras el cambio de tratamiento. En este momento, y a la espera de nuevos estudios que acaben de certificar las ventajas citadas, todo parece indicar que se impondrá esta nueva generación de fármacos contra la artrosis.

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