Entrevista

José Manuel Solla, presidente de la Fundación SEMG-Solidaria, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)

La tuberculosis es una de las tres primeras causas de muerte en la mujer entre los 15 y los 44 años
Por Clara Bassi 16 de julio de 2013
Img josemanuel solla entrev
Imagen: CONSUMER EROSKI

La reciente muerte por tuberculosis de un inmigrante de origen senegalés en Mallorca, donde presuntamente no fue atendido por no tener tarjeta sanitaria, ha puesto de nuevo de actualidad la infección tuberculosa. La tuberculosis es una dolencia infecto-contagiosa que puede afectar a cualquiera; de hecho, es una de las tres primeras causas de muerte en todo el mundo en la mujer entre 15 y 44 años. Afecta, con mayor frecuencia, a personas debilitadas y a las capas sociales más desfavorecidas. Por esta razón, el tratamiento no solo debe ser sanitario, sino incluir también un enfoque social. En el mundo, hay en torno a nueve millones de casos y la tuberculosis más conocida es la pulmonar. En España, esta infección podría ir al alza a menos que la sanidad vuelva a tener cobertura universal, puesto que ahora no lo sea es un “desatino desde el punto de vista de la salud pública”, explica José Manuel Solla, presidente de la Fundación SEMG-Solidaria, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y médico de familia en ejercicio en Allariz (Ourense). Solla ha concedido esta entrevista a raíz de la constitución de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (RedTBS).

¿La tuberculosis es una enfermedad muy antigua?

Sí lo es. Hay datos de la antigüedad de esta enfermedad desde las momias egipcias. Es más, hay datos de la antigüedad del bacilo de Koch tuberculoso muy remotos, tanto como la presencia del ser humano, y se ha mantenido, en paralelo, a pesar de que con los medios que hay en la actualidad la enfermedad es curable.

La infección tuberculosa se cura, pero no se ha podido erradicar.

Sí, se cura pero no se ha podido erradicar. Esto es debido, sobre todo, a que es una enfermedad que afecta más a colectivos desfavorecidos, porque está muy relacionada con el estado general del individuo: una buena salud confiere protección para no contraer la tuberculosis y, en cambio, un organismo debilitado hace que esta dolencia le ataque más.

¿Quiénes son los principales afectados por esta enfermedad?

“España tiene el octavo puesto en incidencia de tuberculosis en la Unión Europea”

La tuberculosis tiene su nicho ecológico en la pobreza, donde no hay un buen acceso a la salud, en países pobres o en desarrollo y, en general, se asocia a sociedades donde falla el acceso a la salud. Es infecto-contagiosa, se vehicula a través de colectivos muy pobres y tiene una dimensión sanitaria y también un componente social muy importante. No hay que abandonar la dimensión social de la tuberculosis, porque entonces no se podrá erradicar. De ahí que se haya creado una red (RedTBS) con una misión que abarca distintos intereses y actores para resaltar que es una dolencia de la modernidad; aunque se crea que se ha superado, es todo lo contario, como lo demuestran sus cifras. En el siglo XIX, había numerosos hospitales de tuberculosos que incluso salían en la literatura (‘La Montaña Mágica’, de Thomas Mann), era una enfermedad grave y mortal, mientras que hoy es curable en un porcentaje altísimo.

¿Cuáles son las cifras de la tuberculosis en el mundo?

En 2011, en todo el mundo, había 8,7 millones de nuevos casos de tuberculosis. Según las cifras más recientes, ahora hay nueve millones que se sitúan en distintas localizaciones del organismo, de las cuales la más conocida es la tuberculosis pulmonar, aunque también puede ser ósea o renal y afectar a otros órganos (hay un millón y medio de afectados por estas últimas). De hecho, un dato real y destacable es que la tuberculosis es una de las tres primeras causas de muerte en la mujer entre los 15 y los 44 años.

¿Detrás de qué primera y segunda causa de muerte?

En esas edades, la primera causa de muerte son los accidentes y la segunda los suicidios. Y, en personas jóvenes, la tercera es esta enfermedad infecto-contagiosa. Hay que tener en cuenta que la mortalidad por cáncer de mama en la mujer se suele producir a edades más tardías.

¿Cuál es la situación en España?

“No hay que abandonar la dimensión social de la tuberculosis, porque entonces esta enfermedad no se podrá erradicar”

España ocupa el octavo puesto en incidencia de tuberculosis en la Unión Europea. La incidencia es de 14,6 casos por 100.000 habitantes pero, aunque sea de declaración obligatoria, algunos expertos estiman que no se notifican todos los casos y que la incidencia podría ser más alta, de 20 nuevos casos por 100.000 habitantes.

En fechas recientes un inmigrante senegalés murió por tuberculosis, presuntamente al no haber sido atendido en la sanidad pública por carecer de tarjeta sanitaria. ¿Sucederán más casos?

Con la ley actual en la mano, es previsible que ocurra. Lo grave es lo que ha hecho esta ley: clandestinizar una enfermedad. Hace que un paciente inmigrante no tenga derecho a la asistencia, que al tener que ir al médico se ponga en evidencia su situación legal, a que algunos tengan la percepción de que en el sistema sanitario no le van a atender al no ofrecer cobertura universal, sino que solo el que cotiza tiene derecho a la asistencia. La tuberculosis puede dispararse si no se estudia toda la red de contactos del infectado y se excluye de la atención sanitaria a los más desfavorecidos, que es el nicho ecológico de esta enfermedad. El problema es que no se conozca esta red de contactos, no se la indague y no se trate. En el caso de la tuberculosis se está intentando ahorrar cada día por la asistencia, pero con un precio pírrico, muy barato, y se pueden elevar los gastos por esta infección en la población general.

¿Cuál será la misión de la Red contra la Tuberculosis y por la solidaridad que han constituido?

Poner encima de la mesa este problema. Si lográramos que tuviera la misma notoriedad que Thomas Mann consiguió con su novela ‘La Montaña Mágica’, se conseguiría esta parte de concienciación sobre la tuberculosis que es tan necesaria. Queremos hacerla de actualidad y ser capaces de sensibilizar a la sociedad, y a los propios médicos, de que este no es un problema superado, de manera que, cuando un paciente tenga la sospecha de síntomas de esta enfermedad, como pérdida de peso inexplicable, tos inexplicable de larga duración, malestar general, sudoración y fiebre de origen desconocido, acuda al médico. Son bastantes las señales que pueden dar un cuadro tuberculoso que, sobre todo es pulmonar, la afectación de más alta prevalencia. Pero el hecho de que se hayan puesto límites al acceso a la sanidad (con dos decretos) hace que la enfermedad se vuelva clandestina y que el paciente no se quiera acercar al médico. Si estas personas no tienen acceso al sistema sanitario son bacilíferas, es decir, eliminan bacilos con la tos y, si el entorno no lo sabe, pueden contagiar a las personas con las que se relacionan. Este es un tema que afecta a toda la sociedad. En la tuberculosis es muy deseable un cambio de actitud y de conducta respecto a esta patología, y que se atienda a los inmigrantes.

Entonces ¿la sanidad debería ser de nuevo de cobertura universal?

“La tuberculosis puede dispararse si no se estudia toda la red de contactos del infectado y se excluye de la atención a los más desfavorecidos”

Habría que cambiar la normativa, de manera que los pacientes tengan la tranquilidad de que se les atenderá, en un centro de salud y por un médico de cabecera, que es quien mejor los conoce. Invertir menos en el sistema sanitario va contra la salud, porque pone barreras a la salud: si uno piensa que le cobrarán, si no sabe si tiene derecho a la asistencia al no tener cartilla, o desconoce si le asistirán en urgencias, ya que la tos no es una cuestión del ámbito urgente, pero sí de la atención primaria… y si no cambiamos esto, los problemas se incrementarán.

¿Qué mensajes finales quiere dar? ¿Qué futuro vislumbra para la tuberculosis?

Esta enfermedad tiene cura, pero es un problema sanitario de primer orden; se precisa un abordaje social y sanitario adecuados; y hay que pensar en el aspecto económico, ya que un alto nivel de vida hace que directamente mejoren las cifras de esta enfermedad, sin hacer nada más. Ahora que la economía va hacia abajo, a los políticos hay que pedirles honestidad y, sobre todo, un enfoque social de esta enfermedad que, de lo contrario, no hará sino resurgir con otros casos. Hay que tomar conciencia de la necesidad de cambiar la normativa porque, desde el punto de vista clínico, la decisión tomada es una barbaridad, un desatino.

Una red contra la tuberculosis

La Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (RedTBS), constituida hace poco, nace con la clara vocación de luchar contra esta infección tanto desde el punto de vista sanitario, como sin olvidar su impacto social (de ahí la inclusión del término “solidaridad”) y la comunicación. Sus tres primeras acciones serán: formación médica para que los profesionales de la salud hagan una actualización de sus conocimientos; formación mediante talleres a periodistas para que informen con más rigor sobre ella; y un cinefórum solidario dirigido a la población general, a modo de campaña de sensibilización, con la que se prevé una difusión mayor de la que hasta ahora había, más dirigida a colectivos marginales, en las cárceles o a la población inmigrante, según información de José Manuel Solla.

La implicación de destacadas organizaciones nacionales e internacionales en la RedTBS denotan la importancia de esta iniciativa. Participan en ella el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM); Cruz Roja española y sus delegaciones en Castilla y León, Cataluña y Región de Murcia; la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR); la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG);la Asociación Nacional de Seguridad Integral en Centros Sanitarios (ANSICH); el Grupo de Estudio de Infecciones por Micobacterias (GEIM) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC); la Fundación Red de Colegios Médicos Solidarios; SEPAR Solidaria; la Fundación SEMG-Solidaria; Médicos del Mundo Illes Balears; la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER); Diario Médico; y Alternativa Group Imagen y Comunicación.

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