Avanzan en el diagnóstico y la cura de una agresiva forma de cáncer linfático

Una investigación del CSIC podría dar pie a terapias menos tóxicas contra el linfoma de Burkitt
Por EROSKI Consumer 8 de mayo de 2009

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha dado a conocer un estudio que podría facilitar un sistema de diagnóstico más preciso del linfoma o leucemia de Burkitt, un tumor muy agresivo y de rápido crecimiento que suele darse entre niños y jóvenes y que, en ausencia de tratamiento, es mortal en pocos meses. Asimismo, esta investigación ayudaría a desarrollar terapias más específicas y menos tóxicas que las actuales.

Los autores de este trabajo, dirigido por la investigadora del CSIC Irene Molina-Privado y Miguel R. Campanero, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid), se centraron en la variante esporádica de esa leucemia, que supone entre el 40% y el 50% de los linfomas de tipo no Hodgkin en los países industrializados. Hay otra variante, la endémica, que afecta fundamentalmente a África ecuatorial y es una de las patologías más frecuentes entre la población infantil.

La variante esporádica presenta dos problemáticas. Por un lado, su diagnóstico se basa en diversas aproximaciones complementarias, que no siempre resultan completamente fiables por lo que, a menudo, se confunde con otros tipos de linfoma. Y por otro, su tratamiento consiste en una quimioterapia muy agresiva e intensiva que incluye distintas combinaciones de agentes anti-tumorales. La toxicidad de esta terapia es muy elevada y entre sus efectos secundarios destacan también mucositis severa, enfermedad cardiaca e infertilidad.

«El desarrollo de terapias anti-tumorales de baja toxicidad depende, generalmente, de la identificación de proteínas cuya expresión o función se encuentren alteradas específicamente en las células diana. Para ello es necesario conocer los mecanismos moleculares implicados en la formación de cada tumor», apunta Campanero.

Diagnóstico y nuevos tratamientos

El equipo de este investigador observó que uno de los miembros activadores de la familia de factores de transcripción E2F, el E2F1, presentaba niveles de expresión muy elevados en todas las biopsias de pacientes con linfoma de Burkitt analizadas, en comparación con los niveles detectados en tejidos no tumorales. A partir de este hallazgo, los autores sugieren que la detección de un nivel de expresión de E2F1 similar al detectado en tejidos no tumorales serviría para descartar un diagnóstico de la patología.

Por otro lado, los científicos emplearon distintos ARN interferentes específicos de E2F1 para inhibir la expresión de este activador en células afectadas por ese tipo de leucemia. Sus descubrimientos indican que la reducción de la expresión de esta proteína en células de linfoma de Burkitt esporádico no sólo inhibe su crecimiento y proliferación, sino que también reduce su capacidad tumoral. «Dado que la expresión de E2F1 no es necesaria para la proliferación de la mayoría de las células normales, la investigación propone la generación de herramientas que permitan inhibir la expresión de E2F1 en pacientes de este tipo de linfoma. Estas herramientas podrían servir para el desarrollo de terapias menos tóxicas que las actualmente empleadas para el tratamiento de esta patología», concluye el investigador del CSIC.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube